En la previa de la esperada sesión de la Cámara de Diputados, donde los legisladores argentinos deberán dar el visto bueno al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero también aprobar el paquete de compromisos económicos con el que el gobierno se comprometió frente al acreedor, el ministro de Economía se presentó para una reunión de comisión informativa. En una jornada por momentos picante, Martín Guzmán debió representar hoy un proyecto cuestionado del Poder Ejecutivo, que ni siquiera tiene aval por parte del kirchnerismo duro.
Al ver que los diputados opositores comenzaron con serios cuestionamientos, no solamente con respecto al acuerdo, sino también con referencia al programa económico que lo respalda (y que el mismo FMI exige), Guzmán se decidió por la estrategia de la advertencia con tinte de amenaza. Como era de esperar, eligió las fibras más sensibles que padecen históricamente los argentinos: el aumento de los precios y la escalada del dólar.
Ante lo que podría ser un revés parlamentario, el ministro de Alberto Fernández manifestó: “La alternativa es un crecimiento de la incertidumbre y no redunda en nada mejor. Por el contrario, va a generar una situación de profundo estrés cambiario con consecuencias inflacionarias, la actividad económica, el empleo y la pobreza”.
Desde Juntos por el Cambio, se le manifestó al representante del Poder Ejecutivo que, el acuerdo que Guzmán cerró con el FMI, no está siendo refrendado. “El acuerdo que usted firmó no es un tratado internacional. Es absoluta y exclusiva potestad suya. Nos quiere hacer socios de un ajuste inevitable porque en los últimos dos años se quedó sin financiamiento. Quiere asociar a la oposición de un ajuste que ustedes no pueden evitar”, señaló Luciano Laspina.
Desde el espacio liberal, José Luis Espert incomodó a Guzmán con un claro cuestionamiento: según la propuesta que presentó el Ejecutivo, no hay un peso de recorte de la burocracia estatal. Como siempre, todo el peso del ajuste lo cargan los contribuyentes. A la hora de responder, el ministro le agradeció la inquietud, pero le manifestó que son “visiones diferentes”. Aunque reconoció la problemática de fondo que señaló Espert, Guzmán dijo que es necesario un proceso “gradual” para llegar al momento de achicar el gasto y bajar la presión impositiva. Es decir, a los eufemismos decorosos, el ministro le agregó terminología macrista.
Desde la descontracturada cuenta del diputado Ricardo López Murphy, el economista liberal eligió el formato de una “foto-meme” para decir que el ministro de Economía de Alberto Fernández fue a “sarasear” a la reunión informativa.
Lo escuchás a Guzmán sarasear y vos tipo: https://t.co/9wKmYPUHC0
— Ricardo López Murphy (@rlopezmurphy) March 7, 2022