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La exlegisladora kirchnerista Fernanda Vallejos habla con el aval de Cristina Fernández de Kirchner. Siempre. Ninguna de las barbaridades que salen de su boca se le adjudica a su independencia política. Pueden ser de su propia iniciativa, pero siempre cuentan con el ok de la jefa. Una muestra de este respaldo es la supervivencia política a los audios escandalosos en los que insultó al presidente-subordinado Alberto Fernández.
Ahora, en el marco de una negociación complicada con el Fondo Monetario Internacional, Vallejos emite una tesis absolutamente descabellada, digna de un delirio para psiquiátrico. Con toda impunidad, la referente kirchnerista les dice a los argentinos que el FMI es el “mayor violador sistemático de los derechos humanos de los pueblos” en la historia moderna.
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A pesar de los terribles atentados contra la dignidad humana que hay en la actualidad —ejecuciones a inocentes en Medio Oriente por extremistas islámicos o cárcel en América Latina para opositores políticos en países como Cuba o Venezuela— Vallejos ve al FMI (al que los países van a pedirle prestado) como el “mayor violador” de derechos humanos. Si ella está completamente extraviada es su problema. Los argentinos, sobre todo los kirchneristas, deben pensar que hacen con personajes semejantes en la dirigencia política nacional.
Sin embargo, el delirio de Vallejos no terminó ahí. Además de la locura total de lo que dijo, la referente del kirchnerismo duro recalcó que ese violador sistemático de derechos humanos que viene a ser el FMI, no es más que una herramienta de Estados Unidos para someter, en este caso, a los argentinos.
Lo más probable es que por estas horas, el presidente Joe Biden, lejos de pensar en el dolor de cabeza de la problemática rusa con Ucrania, evalúa como someter a la Argentina y su economía. En pocas palabras, esto es lo que la desfachatada economista K le dice al país.
“No existe, en la historia moderna, mayor violador sistemático de los derechos humanos de los pueblos que el Fondo Monetario Internacional, instrumento de Estados Unidos para someter a países deudores a sus intereses geopolíticos y al del capital transnacional que hace negocios en nuestras economías”, fueron sus palabras exactas.
Además de la diatriba conspiranoica y setentista demodé, que ya ni se les escucha a los representantes de la izquierda dura, Vallejos le dejó incluso una recomendación a “Estados Unidos” en su conjunto: que se ocupe de la salud y la educación del “pueblo”, “de los negros y los latinos”, además de contarle al mundo como financió “la implementación del neoliberalismo con dictaduras en Chile y Argentina”.
Impresentable, inimputable, incalificable. Pero, como dice el dicho, «la culpa no es del chancho sino del que le da de comer». Argentina debe decidir si sigue alimentando a estos personajes y sus delirios.
