Hay noticias que son bochornosas, incluso dentro de los parámetros a los que nos acostumbra Argentina. En la jornada de hoy, los miles de usuarios que utilizan el tren Sarmiento, que va desde la estación de Once hasta Moreno, se vieron perjudicados por un paro sindical delirante. Resulta que los operarios se negaron a realizar un test de alcoholemia solicitado por la empresa al inicio de la labor de los empleados.
En plena hora pico, alrededor de las cinco de la tarde, la empresa comunicó el corte del servicio “por medida de fuerza gremial”, lo que generó la lógica indignación de una enorme cantidad de trabajadores que deseaban regresar a sus hogares. Pero el rechazo fue mucho mayor cuando los usuarios supieron el motivo del gremio ferroviario para la paralización.
Desde Trenes Argentinos se informó sin medias tintas que la suspensión por tiempo indeterminado se dio “como consecuencia de la negativa de un grupo de guardatrenes de realizarse las pruebas de alcoholemia obligatorios dispuestos por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte antes de comenzar la jornada laboral”.
Recién cerca de las siete de la tarde, con importantes demoras, pudo comenzar la reactivación. Es que, si bien la empresa consiguió que un grupo de trabajadores opere el servicio, por estas horas otro mantiene la “medida de fuerza sindical”.
Claro que desde la seccional de la Unión Ferroviaria negaron cualquier relación del reclamo con el consumo de bebidas alcohólicas antes del horario laboral. Los empleados sindicalizados argumentaron que soplar las pipetas (que lógicamente son descartables) en el marco de “la tercera ola de la pandemia del coronavirus” los expone a una mayor probabilidad de contagio. La empresa desestimó el argumento y anunció que aplicará “medidas disciplinarias a cada uno de los trabajadores que decidieron no prestarse a la evaluación de rutina”.
El insólito paro tuvo lugar horas después de otra situación inaceptable que se vivió en el subte de la Ciudad de Buenos Aires. Tal cual quedó registrado en una grabación que se viralizó en las redes sociales, una operaria sufrió una grave situación de hostigamiento por parte de los “metrodelegados” (sindicato del Subte) por no querer someterse a las indicaciones gremiales. La empleada tuvo el respaldo de miles de usuarios, que preguntaron en Twitter el horario y el recorrido que hace, para conocerla y brindarle personalmente el respaldo.
Adorni – Esta empleada del subte que está en contra de los aprietes de los metrodelegados 2023 pic.twitter.com/6Cc6DfdoQk
— Manuel Adorni (@madorni) January 4, 2022