Seguramente Modi Ephraim, director general adjunto para América Latina y el Caribe de la Cancillería de Israel, perderá el tiempo en la reunión. Es que el embajador argentino en Israel no tendrá absolutamente nada que argumentar. Sergio Urribarri, veterano dirigente peronista y exgobernador de Entre Ríos, dirá que son órdenes “de arriba” (en realidad, de más arriba del presidente Alberto Fernández) y se disculpará a modo personal por semejante papelón.
Sin embargo, las autoridades israelíes citaron a la representación diplomática argentina para, lo que denominaron, “una conversación aclaratoria”. Es que quieren saber por qué la política exterior del Frente de Todos se pone del lado de Hamás, al fomentar en la ONU una investigación que tendrá como objetivo corroborar si Israel violó derechos humanos al ejercer su derecho a la legítima defensa, durante los últimos ataques lanzados desde Gaza.
Argentina e Israel venían en muy buenos términos. Más allá de la relación previsible durante la gestión de Mauricio Macri y Cambiemos, Alberto Fernández había elegido ese destino para su primera visita internacional como presidente. Pero eran otros tiempos. El Gobierno argentino, por esos días, decía que en Venezuela había una dictadura y no tenía inconvenientes de mostrar a Israel como un amigo. Pero en menos de un año, el kirchnerismo duro se apoderó del Gobierno y Argentina volvió a los años oscuros de Cristina Fernández de Kirchner.
En la reunión, Ephraim, según dejaron trascender del ministerio de Relaciones Exteriores israelí, además de pedir explicaciones, solicitará que la Argentina muestre comprensión ante los desafíos en materia de seguridad de un país que recibió 4300 misiles sobre población civil por parte de una organización terrorista.
En Buenos Aires también habrá reunión
Esta tarde, el presidente argentino, Alberto Fernández, recibirá a las autoridades de la Delegación de Asociaciones Israelitas en Argentina (DAIA). Con motivo del voto en el foro internacional, el titular de la entidad, Jorge Knoblovits, había emitido un durísimo comunicado donde llamaba a la sociedad a repudiar la postura de la Cancillería nacional.
La reunión no será sencilla, ya que el presidente de la entidad judía, al confirmar la reunión con Fernández, anticipó que, más allá de lo que se diga o explique, el Gobierno parece tener una relación “bipolar” con Israel. “Esta adhesión nos ha perjudicado mucho”, señaló Knoblovits, con respecto al voto que ayudó a abrir la puerta a una investigación tendenciosa.