Alberto Fernández se mostró muy orgulloso de sus reuniones con Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, durante su reciente visita a Europa. Sin embargo, apenas regresó a Buenos Aires, el mandatario argentino tuvo que lidiar con un nuevo dolor de cabeza vinculado a sus socios internacionales: Francia y España coincidieron en que los “vacunados” con la Sputnik-V no serán admitidos en las próximas aperturas internacionales que ambos países tienen en agenda.
En el acto organizado por la Feria Internacional de Turismo en Madrid, el líder del Partido Socialista anunció que, a partir del 7 de junio, todas las personas vacunadas, de cualquier lugar del mundo, podrán ingresar a España con total normalidad. Claro que hizo la salvedad de que las vacunas en cuestión tienen que haber sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud o la Agencia Europea de Medicamento. La Sputnik-V, a la que el Gobierno argentino se entregó atado de pies y manos en la primera etapa de la campaña de vacunación, no cuenta con estos reconocimientos.
Para la fecha, los inoculados con la vacuna rusa, si desean visitar Europa, cuentan con un menú de opciones limitado. Francia y España deben sacarlos de la lista de destinos. Uno de los países que dio el visto bueno para el ingreso con la Sputnik-V fue Hungría. Paradójicamente, ese destino en los años de la Guerra Fría era el preferido y más deseado por los sufridos habitantes de los países de la Unión Soviética. Allí podían adquirir algunos bienes impensados en otros lugares comunistas, dado los laxos controles al mercado negro. “Socialismo a la húngara”, le llamaban a aquel fenómeno.
Pero si ingresar a España para los argentinos vacunados es un inconveniente estadístico, ni hablar de Francia. La segunda vacuna que consiguió Alberto Fernández, luego de los problemas de escases de la rusa, fue la china Sinopharm. Bueno, el Gobierno de Macron no quiere saber nada de ninguna de las dos. Esta mañana, el Secretario de Estado de Asuntos Europeos de Francia, Clément Beaune, dijo que las puertas de su país se abrirán el primero de julio. Sin embargo, manifestó:
“Está descartado que viaje a Francia alguien que tenga una vacuna de cuya protección no estamos seguros”. El funcionario estaba haciendo referencia a la Sptutnik-V, pero también a la Sinopharm. El certificado que requerirán al ingreso tiene cuatro vacunas aceptadas como válidas: Estas son la Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Johnson&Johnson.
“Tomaremos nuestras propias decisiones nacionales para anticiparnos un poco y empezar a tener viajes más fáciles”, concluyó Beaune.