Como todos los 2 de abril, Argentina conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, en referencia a lo que se alude como un reclamo “legítimo e irremplazable” de la soberanía sobre las Islas.
Un caso representativo de estas excepciones es el de Eduardo Marty, Fundador de Junior Achievement en Argentina y titular de la Fundación para la Responsabilidad Intelectual (FRI). Para el referente liberal, la posición del país acerca de Malvinas debería ser completamente distinta a la que plantea la clase política y los comunicadores en general.
Con motivo de la conmemoración de hoy, Marty advirtió que el objetivo de los argentinos no debe ser el deseo de ver flamear la bandera nacional sobre “una pirámide de cadáveres, casas destruidas e islas abandonadas”. En su opinión, Argentina debería oficiar de “compañera del Atlántico Sur” para que los isleños progresen y multipliquen su población.
En un comentario en sus redes sociales, el referente de FRI pidió que el país se dedique a incentivar el intercambio comercial, el turismo, el deporte y las actividades culturales. Incluso propuso aprovechar las Malvinas como una posibilidad ideal para que los jóvenes argentinos puedan ir a estudiar inglés. En este sentido, también indicó que las instituciones educativas argentinas deberían atraer a los isleños para que ellos aprendan español y se encariñen con los argentinos.
“Hay que mostrar una actitud madura y responsable. No un nacionalismo barato. Esto ayudaría a generar confianza y atraer inversiones al país y a la Patagonia. Los habitantes de las Malvinas tienen un salario promedio de 24000 dólares anuales, algo superior incluso de lo que tiene Chile. Hay que aprender de ellos, desde el common law hasta el respeto tradicional británico. No tiene sentido buscar imponerles una soberanía para castigarlos con nuestros 160 impuestos y llenarlos de nuestras regulaciones y prácticas sindicales. ¿Queremos imponerles también nuestra inflación? No deberíamos desearles esas cosas ni a nuestros peores enemigos”, resaltó.
Para Marty, Argentina debería aprovechar las circunstancias para generar oportunidades, estrechando lazos con los isleños. En su opinión, con una convivencia civilizada, basada en la paz, el intercambio y el mutuo interés, inevitablemente las islas evolucionarían hacia una “latinidad” con el correr de los años. “¿Qué bandera flameará entonces? Eso carece de importancia”, concluyó.