Pasan los días desde la publicación de la última carta de Cristina Kirchner, pero el texto sigue siendo discutido e interpretado como si se tratara de la Biblia o de una antigua constitución. Diversas opiniones se han escuchado sobre lo escrito, como si la redactora no estuviera viva como para preguntarle. Más allá de todo, CFK logró posicionarse una vez más en el centro de la bizarra escena política argentina.
Alberto Fernández aseguró en público que la carta es un “respaldo” a su gestión, como si la autora no fuera parte de la misma. En privado, manifestó sus dudas al respecto. Sus más íntimos colaboradores, aquellos que no pertenecen al kirchnerismo, se indignaron por la sorpresa: se enteraron, junto al presidente, al mismo tiempo que el resto de los mortales. Los analistas, que cuentan con información privilegiada, aseguran que el presidente y la vice llevan un largo rato sin hablar.
Probablemente, la dirigente que tuvo una lectura más radical de la cuestión fue Elisa “Lilita” Carrió. Para la opositora macrista, CFK ya dio “un golpe” contra Alberto Fernández y, con la carta, “lo vació de poder”.
¿Qué dice la carta?
Con su texto, la expresidente volvió a poner sobre la mesa uno de los principales dilemas de Argentina: ¿Quién gobierna? ¿Ella o él?
CFK asegura que el que está al frente es Alberto:
“Después de haber desempeñado la primera magistratura durante 2 períodos consecutivos y de haber acompañado a Néstor durante los 4 años y medio de su presidencia, si algo tengo claro es que el sistema de decisión en el Poder Ejecutivo hace imposible que no sea el Presidente el que tome las decisiones de gobierno. Es el que saca, pone o mantiene funcionarios. Es el que fija las políticas públicas. Podrá gustarte o no quien esté en la Casa Rosada. Puede ser Menem, De La Rúa, Duhalde o Kirchner. Pero no es fácticamente posible que prime la opinión de cualquier otra persona que no sea la del Presidente a la hora de las decisiones.”
Sin embargo, sus palabras, lejos de aclarar, oscurecieron. Si el que está al mando es Alberto, ¿hace falta que Cristina lo diga públicamente? Al afirmar que el único que está al mando es él, lo que es evidentemente falso, todo lo demás queda bajo la duda más razonable. Para Carrió, todo está muy claro. La vice, a la que considera “la jefa”, le bajó el pulgar al presidente en lo formal.
“Lo manda al muere”
Según Lilita, la práctica golpista no es nueva dentro del peronismo. La dirigente de Cambiemos aseguró que Fernando de la Rúa sufrió un golpe de Estado propiciado por Eduardo Duhalde y sectores del radicalismo y que Mauricio Macri también quiso ser “volteado” por el justicialismo.
“Cristina lo manda al muere a Fernández. No soy golpista, soy republicana, no le pego a un presidente débil”, aseveró. Para que no queden dudas, Carrió llamó a su espacio político a respaldar al presidente, ante la supuesta embestida de su vice.
“Le estoy a hablando a Juntos por el Cambio, a gobernadores, a los peronistas, primero tenemos que coincidir en que somos republicanos, cuando somos republicanos y tenemos un gobierno débil, hay que fortalecerlo no pegarle, es muy fácil pegarle a un hombre debilitado”.
Si la carta de Kirchner, en la que teóricamente respaldaba a Alberto, puso en dudas la fortaleza política del presidente, la “ayuda” de Carrió le terminó echando un poco más de leña al fuego. Parece que mientras más referentes políticos de diferentes espacios le brindan su colaboración, más lo desgastan ante la opinión pública.