El exministro de Planificación Federal del kirchnerismo, Julio De Vido, fue condenado a 5 años y 8 meses de prisión por el accidente de Once que se cobró la vida de 51 personas que viajaban en el tren Sarmiento el 22 de febrero de 2012.
Para la justicia argentina, si bien hubo responsabilidad en el motorman en el choque, los trenes no estaban en las condiciones adecuadas de funcionamiento, por lo que la responsabilidad se extendió a los funcionarios y a la empresa concesionaria.
Junto a la condena, el tribunal confirmó el desafuero de De Vido (que ocupaba una banca en diputados al momento de su detención) y la imposibilidad para el exministro de volver a la función pública al momento de recuperar su libertad.
¿Preso político?
Antes de escuchar la condena, el exministro manifestó que su situación procesal no es un acto de justicia, sino una persecución política orquestada directamente del Poder Ejecutivo:
“Sé claramente dónde estoy y el motivo. Es una decisión política del presidente Macri expresada claramente en la apertura legislativa en 2016, pidiendo meses más tarde de manera pública mi detención, junto a su ministro de Justicia y alguna diputada, con la que hoy mantiene una disputa pública por el mismo tema de la prisión preventiva. Parece que, entre tantos arrepentidos, el ministro es uno más. Todo muy patético”.
Las palabras de Julio De Vido hacen referencia a la guerra interna oficialista que mantienen la diputada nacional Elisa “Lilita” Carrió con el ministro de Justicia, Germán Garavano. La discusión fue sobre una hipotética detención de la expresidente Cristina Kirchner y las posiciones de ambos integrantes de Cambiemos. Mientras que para el ministro “no es bueno” que un expresidente vaya preso, para la diputada la encarcelación de Cristina sería la muestra más fehaciente del fin de la impunidad en Argentina.
La causa de la novela trucha
Otro de los frentes judiciales que comprometen al exministro de Planificación Federal es la que comparte con la actriz Andrea del Boca. En el apogeo kirchnerista, el Estado argentino destinó millones de pesos para la realización de la novela “Mamá corazón”, que ni siquiera llegó a transmitirse por televisión.
Además del procesamiento, tanto la actriz como el exministro sufrieron la inhibición de sus bienes por esta causa donde están sospechados de malversación de fondos públicos.
La estrategia de las prebendas a personas del espectáculo fue una constante del kirchnerismo. Músicos y actores, casualmente alineados políticamente con el gobierno de entonces, eran beneficiados por contratos en la televisión pública y eventos oficiales.