En el marco de la marcha del orgullo gay de Buenos Aires, que tuvo lugar el sábado 18 de noviembre, la organización del peronismo “Descamisadxs” aprovechó para hacer política con un vergonzoso y contradictorio cartel que manifestaba: “Macri no es puto, es liberal”.
La patética pancarta hace referencia a un cántico de grupos feministas que suelen manifestar en las marchas: “Macri no es puto, es liberal. Hacete cargo él es heterosexual”. Manifiestan que están en contra del presidente Mauricio Macri, pero que también ser “heterosexual” y “liberal” representan supuestos antivalores.
Más allá del mal gusto del afiche hay varias contradicciones para mencionar dentro del breve espacio de tan solo seis palabras.
Para empezar, el nombre del grupo firmante, Descamisados, hace referencia al primer peronismo, que muy poco tenía que ver con la imagen “progresista” con la que se busca mostrar en esta clase de eventos. El país de Juan Domingo Perón y Evita distaba mucho de la reinterpretación izquierdista, “progre” y gay friendly que se hace en la actualidad.
Más allá de la inspiración de Perón en Europa del fascismo italiano y del nacionalsocialismo alemán, la materialización política en Argentina entre 1946 y 1955 nada tuvo que ver con lo que sectores de izquierda buscan rescatar. Además del rol militar del “General Perón”, que muchos quisieran borrar de la historia como fotografía en manos de Stalin, el peronismo en Argentina tuvo como uno de sus principales enemigos al comunismo.
Además del absurdo de las banderas del Che Guevara en las marchas de reivindicaciones homosexuales —recordemos que el guerrillero argentino enviaba a los gays a campos de trabajo forzado para “reeducación” socialista— las consignas peronistas de la mano de la izquierda también representan otra contradicción absoluta.
En la siguiente propaganda oficial de aquellos días se muestra cómo el Gobierno del primer peronismo combatió al comunismo, hasta con la destrucción de libros al estilo hitleriano.
Además de las contradicciones obvias en lo que el pasado documentado confirma sobre las reinterpretaciones antojadizas y arbitrarias del Che y Perón, el afiche tiene un grave error conceptual al utilizar al liberalismo como una corriente perjudicial para los homosexuales.
Todo lo contrario. Los datos del siglo XX son concluyentes: donde primó la libertad civil, política y económica, todos los individuos, sin importar su orientación sexual, han gozado de un mejor nivel de vida. Donde imperó el estatismo primó la persecución y la opresión.
Las ideas de la libertad son las únicas que analizan los fenómenos sociales desde lo que se denomina el individualismo metodológico. Todo parte de personas cuyas libertades son sagradas. Para el liberalismo, mientras no haya lesión de derecho de terceros, cualquiera asociación personal o comercial es lícita. Inclusive, el principal rol del Estado dentro del pensamiento liberal es la defensa de los individuos que puedan ser atacados por otros. Inclusive, lógicamente, por motivos de odio.
La defensa de los derechos de las minorías sexuales desde la perspectiva antiliberal no hace otra cosa que dejar en ridículo al que busque hacerlo.
Finalmente, es necesario poner la lupa sobre la cuestión del “Macri liberal”. A pesar de que el presidente argentino ha tenido varias declaraciones, que podrían leerse en “clave liberal”, hasta el momento el Gobierno argentino no ha mostrado un rumbo ideológico concreto.
Lamentablemente, durante los dos primeros años de mandato ha buscado comenzar a corregir el desastre que dejó el kirchnerismo. Estos primeros pasos podrían denominarse como “preideológicos”, pero no liberales. A lo sumo, socialdemócratas.
El primer anuncio de reforma económica mostró una tibia e insuficiente reducción de impuestos puntuales, que para acercarse al modelo impositivo de Chile requerirían medio siglo de vigencia ininterrumpida. Sin embargo, lo que sí propuso y tuvo que rectificar fue el incremento y la creación de nuevos impuestos.
Para finales de 2017 el macrismo no ha hecho otra cosa que tratar de “emparchar” un modelo estatista y fracasado.
Así que más allá de lo que diga este vulgar y contradictorio cartel, el peronismo tuvo más que ver con el fascismo que con cualquier otra cosa, la izquierda históricamente ha sido nefasta y persecutoria de los homosexuales y, hasta el momento, de liberalismo en Macri, poco y nada.