Luego del asesinato de tres uniformados en las últimas tres semanas, el saldo en Chile de los carabineros que han sido objetdos de muertes violentas ascendió a uno por semana en el gobierno de Gabriel Boric. Ahora el presidente ya no puede sostener su retórica de estudiante rebelde que lo llevó al poder, sino que por el contrario, llama a fortalecer a la policía.
Así lo detalla el diputado del Partido Republicano de Chile, Cristian Araya, quien en entrevista con PanAm Post, explicó que Chile hoy vive la peor crisis de seguridad de su historia, producto de la escalada de los niveles de violencia que se generan cuando hay impunidad. Aparte de ello, el parlamentario resaltó que se están propagando conductas de bandas y organizaciones criminales de otros países.
“Con el auge de la inmigración masiva ilegal se ha perdido el control interno y hoy bandas internacionales operan los niveles de violencia en el país. En Chile no ha aumentado tanto el número de delitos, sino que se ha incrementado la violencia social relacionada con ellos”
aclara que Boric sigue siendo de izquierda. Pero ante la crisis de violencia que vive el país, es necesario que sea pragmático ante el clamor popular y la desaprobación que tiene entre la ciudadanía y que espera recuperar con algunas medidas.
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El diputado Araya fue uno de los encargados de presentar la Ley Naim para proteger a los policías de Chile y reducir el número de carabineros que son asesinados bajo la gestión de Boric. El nombre del proyecto de ley es en honor a un policía abatido que era de origen mapuche, lo cual desmonta el relato indigenista. A su vez, destaca que las poblaciones indígenas mayormente respaldan al Partido Republicano, en cuanto están entre los más afectados por el terrorismo en la Araucanía.
Lo mismo sucede con las mujeres. Aunque el feminismo alega luchar porque haya más mujeres en puestos del poder y de combatir la violencia, en la práctica celebran la agresión contra las mujeres policía. El diputado destacó a la Sargento Salazar, es una de los tres uniformados abatidos en las últimas tres semanas.
La violencia contra los uniformados es el reflejo de la violencia generalizada. Araya recalca que el problema es la impunidad. Hubo un cambio en la mentalidad y por ende en la justicia, donde las restricciones de las armas aplican para los civiles que respetan la ley y no para los delincuentes que la violan. Por eso y más, aboga porque las fuerzas del orden puedan ejercer la fuerza ante un ataque.