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El Ejército de Estados Unidos anunció que comenzará “inmediatamente” a dar de baja a los soldados que se nieguen a ser vacunados contra el COVID-19. La institución argumenta que esta medida es “fundamental para mantener la preparación para el combate”, según un comunicado reproducido por Reuters.
Esta orden se aplicará a los soldados regulares del Ejército, los reservistas, así como también a los cadetes del Ejército en servicio activo. Sin embargo, se tomará en cuenta si algunas personas tienen exenciones aprobadas o pendientes.
En el comunicado, también se aclaró que hasta el 26 de enero, el 96 % de las tropas activas han sido completamente vacunadas, mientras que 3350 soldados se han negado a recibir la vacuna. Del mismo modo, casi 5900 recibieron exenciones temporales.
La medida que se publicó recientemente, después de que el Pentágono hizo obligatoria la vacuna para todos los miembros del servicio en agosto de 2021, también alcanza a otras ramas del ejército estadounidense, entre ellas la Fuerza Aérea. Allí ya comenzaron a apartar de sus funciones a quienes optaron por no recibir una vacuna contra el COVID-19.
A su vez, en una actualización de este miércoles, 2 de febrero, la Marina de Estados Unidos anunció que había dado de baja a 118 miembros, por rechazar la vacuna contra el COVID-19. En el texto se indica que 96 de ellos eran marineros activos “todos con una honrosa calificación de servicio”.
La secretaria del Ejército, Christine Wormuth, también dijo que “los soldados no vacunados representan un riesgo para la fuerza y ponen en peligro la preparación. Comenzaremos procedimientos de separación involuntaria para los soldados que rechacen la orden de vacunación y no estén pendientes de una decisión final sobre una exención”.
Wormuth agregó que a los soldados a quienes se les denieguen sus solicitudes de exención médica o religiosa tendrán siete días calendario a partir de la denegación para “[comenzar] un régimen de vacunación contra el COVID-19” o “enviar una apelación a la autoridad de apelación final”.
En teoría la exención religiosa permite la libertad de conciencia, en la práctica está negándose.
En el documento también se explica que hasta el 26 de enero, los comandantes del Ejército relevaron un total de seis líderes regulares del Ejército. Entre los afectados se incluyen dos comandantes de batallón. También se emitieron 3073 reprimendas por escrito de oficiales generales a los soldados por rechazar la orden de vacunación.
Por ahora, las autoridades militares justificaron la decisión de expulsar a los soldados que no se vacunen alegando que protegerán a las tropas. Sin embargo, acciones de esta naturaleza muestran que bajo la administración de Joe Biden el Ejército de Estados Unidos tomó un giro. En lugar de fortalecer las instituciones y afirmar la defensa, se empeña en adoptar políticas “progresistas”.
