La Iglesia Católica advirtió que en Nicaragua no hay las condiciones adecuadas para una elección democrática y los resultados electorales afirman dicha postura. Por eso hubo sacerdotes que incluso llamaron a la población a abstenerse de votar.
Desde el púlpito, los prelados en el país centroamericano han denunciado los abusos por parte del régimen contra la población civil y los rivales políticos de Daniel Ortega que terminaron privados de su libertad por intentar enfrentarlo en las urnas.
La represión es tal que solo en el 2018 hasta 450 personas fueron asesinadas entre el 19 de abril y el 25 de julio, según el informe de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Entre las vidas perdidas, se contabiliza un aborto inducido a patadas contra una universitaria interrogada, además hubo miles de heridos y detenidos. Como consecuencia, la persecución ha producido alrededor de 100.000 exiliados, de acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Hasta ahora la parroquia más enfática en el rechazo al proceso electoral dirigido por el régimen represor ha sido la Iglesia de Monimbó. En esta oportunidad, el padre Pedro Abelardo Méndez, párroco de este barrio plasmó en una manta: “Nuestro dactilar estará limpio” al rechazar “farsa electoral”.
Por medio de una bandera gigante, la parroquia justificó la abstención diciendo: «Porque los obispos y sacerdotes no somos hijos del diablo, ni golpistas ni terroristas; por los encarcelados, exiliados y desempleados; por los que han muerto pidiendo libertad. ¡Viva Nicaragua! ¡Viva la Iglesia!»
El incisivo mensaje de protesta este #7N desde el altar que envía el párrafo de la iglesia Magdalena en Monimbo, uno de los Barrios más golpeados por la represión en 2018: “nuestro dedo dactilar estará limpio” pic.twitter.com/vDQ71X2DRP
— Wilfredo Miranda Aburto (@PiruloAr) November 7, 2021
Los términos aluden a acusaciones por parte de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo en contra de los obispos de la iglesia católica en Nicaragua. El régimen incluso ha enviado a la Policía a intimidar a los sacerdotes, el caso más reciente fue el padre Vicente Martínez de Santa Lucía en Ciudad Darío, Matagalpa, quien recibió una “visita”, luego de que en una homilía afirmara que en el país se realizará una farsa electoral.
En contraposición al socialismo, la parroquia de Monimbó tomó la consigna del Che Guevara “Hasta la victoria siempre” y la volvió “hasta la paz siempre”.
Ortega arremete contra la Iglesia Católica
La lucha entre el socialismo y la Iglesia es frontal. “Los obispos firmando allí en nombre de los terroristas, sirviendo al imperio en medio de la sangre, de los incendios, en medio del dolor; exigiendo, no pedían, exigían el retiro de las autoridades y que se instalarán los terroristas en el gobierno al servicio de los yanquis”, exclamó el domingo Daniel Ortega.
El día de las elecciones presidenciales Monseñor Silvio Fonseca, una de las voces más críticas contra el régimen, intentó viajar de Nicaragua a Estados Unidos y el régimen se lo impidió. El Encargado de la Pastoral de la Familia de la Arquidiócesis de Managua anunció que las autoridades de Migración le dijeron que su pasaporte “tenía problemas para ser leído”.
«Hoy no es un día de victoria para nadie en #Nicaragua», expresó el jerarca católico. «La historia cambia y se ennoblece cuando entregamos lo que somos y lo que tenemos sin cálculos egoístas, sin buscar protagonismo», añadió. #Artículo66 #DerechoAInformar https://t.co/e58q1G6F6G
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) November 7, 2021
Monseñor no cree la versión oficial. Aseguró que “siembre ha viajado con ese pasaporte” y que fue con todo en regla, pasaporte vigente.
Desde Washington, el discurso más enfático llegó por parte del exiliado arzobispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez. Fue removido de Nicaragua por orden del papa Francisco, contra su voluntad, a causa del peligro contra su vida.
Y es que en la Nicaragua sandinista la Iglesia Católica se ha convertido en el asilo de los opositores al régimen, logrando que ingresen balas en su interior para atacar a los perseguidos que ahí se refugian.
Báez habló desde la Basílica del Santuario de la Inmaculada Concepción, patrona tanto de Estados Unidos como de Nicaragua. Desde allí aclamó que aunque Nicaragua es huérfana, tiene madre. Apeló a la figura de la patrona para animar a sus compatriotas, quienes tienen como forma de alabanza un grito de algarabía en honor a la Virgen María.
Con ese clamor de alegría, el arzobispo auxiliar recordó a sus compatriotas que “Hoy no es el final, sino el inicio de una etapa llena de retos y esperanzas, de luchas y compromisos, de unidad y de generosidad· e hizo un llamado a la esperanza.
“Nos revela el poder de lo pequeño, el valor de lo que parece insignificante pero que, cuando lleva en sus entrañas mucho corazón y se hace con amor desinteresado, produce efectos sorprendentes. Hay que apreciar y valorar lo pequeño, lo poco que podamos hacer y lo poco que vayamos logrando. Hay mucho qué hacer, pero no nos sintamos abrumados”, dijo para animar a los feligreses.
Como decía San Juan Pablo II (quien como polaco sobrevivió el nacional socialismo (nazismo) y el comunismo soviético): “Por más poderoso que sea un dictador, solo es un hombre. No tengáis miedo”.