El nuevo inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, firmó más órdenes ejecutivas que Donald Trump y Barack Obama juntos, en sus primeros días en el cargo.
El presidente de Estados Unidos en funciones desde el pasado 20 de enero ha hecho lo opuesto a lo que prometió en campaña. De acuerdo con su propia declaración, él está adoptando posturas propias de un dictador.
«Si no puedes conseguir los votos… no puedes [legislar] por orden ejecutiva a menos que seas un dictador. Somos una democracia», aseguró Biden durante la campaña presidencial.
Joe Biden en octubre: “si no puedes conseguir los votos… no puedes [legislar] por orden ejecutiva a menos que seas un dictador. Somos una democracia."
Biden en una semana lleva 40 órdenes ejecutivas, 17 en el primer día de gobierno.pic.twitter.com/CAFo4hmzUK
— Esteban Zapata (@EZC86) January 27, 2021
En solo tres días, Biden firmó 30 órdenes ejecutivas. O sea, sin el aval de la población ni los representantes parlamentarios, tomó decisiones unilaterales, muchas de las cuales revocarían políticas de su antecesor Donald Trump.
El expresidente Trump firmó 18 órdenes ejecutivas y memorandos en sus primeros 12 días en el cargo, un promedio de 1,5 acciones ejecutivas por día versus el promedio de 10 por día de Biden.
Fue una orden ejecutiva menos que Obama, que firmó 19 en un plazo de 12 días en su primer mandato (2009). Biden superó a ambos administraciones en cifras antes de cumplir una semana.
Un decreto que elimina empleos
En medio de la pandemia del coronavirus que ha dejado a millones sin empleo, Biden logró desemplear a al menos 1000 obreros (según un correo que envió la empresa a sus empleados) al cancelar la construcción del oleoducto Keystone XL para el transporte de combustible entre EE. UU. y Canadá.
Pero adicionalmente, informes de la Asociación de Oleoductos (AOPL, en inglés) revelan que bloquear esta construcción costará 10000 puestos directos de trabajo en Estados Unidos. El alcance de la medida no llega solo hasta allí. También estarían perdiéndose 42000 empleos adicionales que se generaban de manera indirecta, de acuerdo con un estudio del Departamento de Estado, encargado durante la administración Obama, cuando Joe Biden era vicepresidente. Es decir, con esta medida se estarían eliminando 52000 empleos estadounidenses.
Canceling The Keystone Pipeline And Reducing U.S. Arms Are Biden’s First Two Major Gifts To Russiahttps://t.co/JuGuR0Xr9A
— The Federalist (@FDRLST) January 26, 2021
Dicha orden ejecutiva refleja cómo desde la caída del muro de Berlín, la izquierda mundial se reorganizó y dejó atrás la causa obrera para reemplazarla por el ambientalismo y una supuesta preocupación por la naturaleza.
Alineado con esta postura, Biden puso fin al lema “EE. UU. primero” y reincorporó al país a acuerdos que comprometen su soberanía y se alimentan del dinero de los contribuyentes, como el Acuerdo de París, que exige a las naciones industrializadas pagar a los países en vías de desarrollo para que reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero y, por ende, la contaminación.
Un decreto que afecta a las mujeres en el deporte
La nueva izquierda abandonó la vieja lucha de clases y aplica políticas públicas para “transversalizar” por medio de la “interseccionalidad”, la opresión. Bajo esa consigna, alega salvar a las personas trans de la exclusión en deportes, por ejemplo.
Y fue duramente criticado por ello. Pues al permitir que hombres biológicos compitan con mujeres no solo compromete sus destrezas deportivas sino que incluso afecta su vida universitaria y presupuesto, pues reduce la probabilidad de las mujeres jóvenes a acceder a una beca deportiva para estudiar en la universidad.
Ahora dichas becas para mujeres pasarían a hombres biológicos que alegan ser mujeres atrapadas en un cuerpo no deseado.
Biden también derogó la prohibición de que las personas transgénero sirvan abiertamente en el Ejército y ordenó al secretario de Defensa que “prohíba inmediatamente las separaciones involuntarias, las bajas y las denegaciones de reenganche o continuación del servicio por motivos de identidad de género o en circunstancias relacionadas con su identidad de género”.
“Necesitamos una democracia. Necesitamos consenso», se titula el cuaderno de Biden convertido en libro. Contiene 120 páginas con las anotaciones de Biden. En su primera semana en el poder Biden contradijo su promesa de campaña y gobernó por decreto.