El jefe del Gobierno de España, Pedro Sánchez, está de gira por América Latina. Empezó como orador en la cumbre de la Internacional Socialista, donde respaldó a Juan Guaidó como presidente de Venezuela y llamó “tirano” a Nicolás Maduro; pese a ser socialista como él. Por ello, luego de su paso por México surgió la inquietud respecto a cuáles son sus verdaderos intereses.
Al respecto, PanAm Post entrevistó a Eduardo Fernández Luiña, Doctor en Ciencia Política, Director del Instituto Juan de Mariana de España, quien actualmente está ejerciendo como profesor en la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala.
¿Qué está buscando Sánchez con la visita a América Latina?
La pregunta es muy interesante. Efectivamente, desde el inicio de su periodo como jefe del Ejecutivo de España, Sánchez ha viajado sin parar recorriendo distintos países. En América Latina, su compromiso ha ido de la mano de los líderes de izquierda. En cierto sentido, imagino que desea recuperar el protagonismo político que España tuvo en su momento en la región.
Sin embargo, el sesgo ideológico puede ser expresión de una presión interna asociada a las bases del partido socialista y los aliados políticos que sostienen al presidente en el legislativo. Los socios del actual gobierno son expresión de la izquierda más radical. PODEMOS y otro tipo de organizaciones sostienen al Gobierno en el Parlamento y obviamente influyen en su agenda interior y exterior. Flirtear con países como Cuba, Bolivia y el actual México es peligroso para la libertad y da alas al populismo liberticida.
Sin lugar a dudas, las visitas del Presidente de España legitiman y transmiten fuerza a este tipo de regímenes.
¿Ha golpeado a la izquierda española la situación de Venezuela?
Definitivamente sí. España es un país de clases medias y con un elevado grado de libertad. Cuando un ciudadano español observa a partidos (más de uno) alabando los logros del populismo de izquierdas latinoamericano y luego observa la realidad venezolana y sus resultados en el ámbito económico (crisis y falta de oportunidades), político (pérdida de libertades) y social (constante tensión, manifestaciones, desórdenes e inseguridad), no quiere eso para su país.
Venezuela es un ejemplo de lo que no se debe hacer.
Todos los individuos comprometidos con la defensa de la estructura de Derechos y Libertades civiles deberían denunciar abiertamente y sin complejos lo que está sucediendo en el hermano país. Y durante muchos años, los partidos de izquierda españoles (sobremanera PODEMOS pero también el PSOE, el partido del gobierno) han defendido y apoyado a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro. La ciudadanía no es estúpida y sabe diferenciar entre la libertad y la opresión… Entre la libertad y la total ausencia de oportunidades.
Sánchez fue el primer jefe de gobierno español en visitar Cuba en los últimos veinte años. ¿A qué se debe esto?
Probablemente y como dije líneas atrás, la explicación tiene que ver con el deseo de adquirir protagonismo internacional (y latinoamericano). Honestamente, quiero creer que Sánchez no defiende el régimen autoritario y dictatorial existente en Cuba. La isla es expresión de lo peor… La dictadura más longeva y sangrienta de la región. Sin embargo, con su actitud (tibia frente a la opresión y de reconocimiento) más que a la democratización está contribuyendo a la institucionalización del régimen. Le está dando un balón de oxígeno… Un desastre de política exterior que evidencia el bajo compromiso que con la libertad y la democracia tiene el actual Gobierno de España.
¿PODEMOS se vería debilitado con el regreso de la democracia a Venezuela? Durante años, la organización ha sido mantenida con dinero venezolano.
Esperemos que sí. Honestamente y al día de hoy, PODEMOS ya tiene acceso a financiación pública fruto de su participación en las instituciones. Pero es innegable la ayuda que países como Venezuela e Irán aportaron en la construcción y desarrollo de PODEMOS como partido político.
Se viene la caída del chavismo en Venezuela, lo que representa un fuerte golpe para la izquierda a nivel global, ¿cuál debería ser el paso a seguir para que el socialismo del siglo XXI no resurja como opción política?
Creo que América Latina tiene un reto desde hace más de cuatro décadas: su inserción en la economía global. Los regímenes populistas, tan peligrosos y liberticidas son el final del camino. Es decir, el populismo, que es un virus ab initio de la democracia, aparece cuando el sistema democrático se encuentra totalmente desprestigiado. Y esto sucede cuando las instituciones son incapaces de resolver los principales problemas de la gente.
Actualmente, estos problemas son básicamente dos: por un lado seguridad, por otro empleo. Pero la asignatura principal –que tiene que ver con el segundo de los problemas- está sin aprobar. América Latina es una de las regiones a nivel global más protegidas y aisladas. América Latina nunca apostó por la Libertad económica.
Y todos aquellos que deseamos el desarrollo radical de la región debemos defender la libertad económica sin complejos. El libre comercio contribuye a un mundo mejor, más pacífico y próspero. Solo tenemos que ver a Chile, el país más desarrollado de la región. El desarrollo chileno es consecuencia directa de su apuesta por la libertad en sentido amplio.
Al día de hoy, solo Chile se encuentra entre los países con mayor libertad económica (ver Index of Economic Freedom). El resto de Latinoamérica, desafortunadamente, se encuentra en posiciones mediocres que dificultan el desarrollo de clases medias fuertes, de oportunidades de empleo, de crecimiento y desarrollo para todos.
El paso a seguir es muy claro: Un mejor estado de Derecho y una apuesta por la Libertad.
Teniendo la óptica desde América y España, ¿qué les diría a las personas de aquí y allá sobre cómo creen que es el socialismo y cómo es cuando se aplica?
El socialismo capitaliza al igual que el populismo más radical el descontento… Cuando las cosas están mal (empleo, educación, sanidad) las probabilidades de que estos movimientos surjan y adquieran fuerza aumentan.
Por ello, debemos ser conscientes de lo anterior y estar alerta. La lógica de funcionamiento de los liberticidas es muy simple. Aprovechar el descontento para tomar las riendas del poder. Una vez instalados en el ejecutivo, intentarán promover una reforma constitucional con el objetivo de concentrar y centralizar poder en el ámbito ejecutivo, destruyendo con ello la división de poderes y anulando progresivamente a la sociedad civil.
La conclusión es evidente, una pérdida clara de libertades civiles que favorece y allana el camino a la construcción de una dictadura liberticida.
La vigilancia es una obligación para periodistas, académicos y miembros de la Sociedad Civil. Los defensores de la libertad deben estar alerta y denunciar este tipo de acciones antes de que sea demasiado tarde.
Desafortunadamente, eso, la denuncia tardía, fue lo que sucedió en Venezuela y en este momento en Nicaragua.
Desgraciadamente, todos sabemos el resultado, un gran número de presos políticos y fallecidos (mayoritariamente jóvenes) fruto de la represión llevada a cabo desde el Estado, coacción sin escrúpulos y la destrucción de la sociedad tal y como la conocíamos.