Siguen hospitalizados los hijos del preso político Omar Rosabal Sotomayor. A las 4:00 de la madrugada del viernes 22 de junio, agentes del régimen cubano irrumpieron en la casa de su familia. Sacaron las pertenencias a la calle y, tras resistir ser expulsada de su propia casa casi desnuda, ahorcaron a su hija de 14 años y su hermano menor entró en shock.
Una vez más, la joven Yanet sobrevivió. A su corta vida, ya ha intentado suicidarse cuatro veces dada la presión del régimen.
Esto debido a que periódicamente llegan las fuerzas de seguridad a expulsarla de su casa junto a su familia para poder expropiar la vivienda. Ya que, cuando una vivienda está desocupada por más de seis meses, el gobierno tiene potestad de apropiarse de ella.
Para lograrlo, su padre fue apresado por un delito fabricado por el régimen y los testigos que declararon a su favor también fueron privados de su libertad.
Ya que el socialismo es colectivista, ni siquiera los castigos son individuales. Cuando se castiga a uno, también se castiga a la familia entera. Por eso en Cuba al régimen no le basta con apresar a un miembro de la familia, sino que acosa a los demás, incluso a los muertos.
La casa fue un regalo a su abuelo, Rogelio Rosabal, el pastor adventista que arriesgó su vida por salvar la de un grupo de expedicionarios del Yate Granma, la embarcacion que transportaba a combatientes de la revolución de los Castro que fueron dispersados durante el combate de Alegría de Pío, entre ellos los Comandantes Che Guevara, Ramiro Valdés y Juan Almeida Bosque.
Pese a su colaboración con la revolución, como técnica de intimidación hacia la familia, fue violentado el sepulcro del pastor, ubicado en el Cementerio Nuevo de Pilón, municipio de la provincia oriental que lleva el nombre de la embarcación: Granma.
La casa de la familia Rosabal no solo es su vivienda sino su fuente de ingresos, ya que opera como hospedaje. Alojan turistas. Lo cual implica doble ganancia para el régimen en caso de lograr usurpar la vivienda.
Desde Cuba, un reportero en el lugar de los hechos indica que el proceso de expropiación de la vivienda sigue avanzando y pronto enviará material audiovisual con los testimonios de los afectados.
Cabe destacar que no es un caso aislado sino un método usual. Ahora mismo está hospitalizado el biólogo Ariel Ruiz Urquiola, luego de una semana en huelga de hambre por haber sido apresado y torturado con el fin de expropiar su finca. Declaró que preferir morir a estar preso injustamente.
Esa es la realidad cubana. El sistema de salud tan aplaudido ahora atiende a quienes son atacados por el régimen. Porque donde no hay propiedad privada, el Estado tiene la potestad de arrebatar viviendas, y sacar a las personas de su interior, incluso si son menores, y atentar contra su vida.