Hoy se cumplen dos años desde la histórica visita de Obama a Cuba y lo sembrado ya se está cosechando en Europa. Federica Mogherini, la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, quien visitó la isla a principios de este año, defendió el modelo de diálogo con Cuba frente al Parlamento Europeo.
Aunque varios diputados españoles cuestionaron que Mogherini no haya dado oídos a los reclamos de la oposición cubana, perseguida, despedida y detenida con fines políticos, otros le respaldaron.
“En este mundo globalizado, Cuba es un mercado de más de once millones de personas. Durante la Administración Obama parecía que se iban a normalizar las relaciones y el fin del Bloqueo con ello se abriría el “Mercado” hacia la Isla. Había que reaccionar ante este nueva oportunidad y la UE normalizó las relaciones”, dice David Romero, abogado español y analista político a quien PanAm Post consultó sobre el tema.
Pacto bilateral
Nos explica que la Unión Europea y Cuba cuentan desde noviembre de 2017 con el primer marco legal para regular sus relaciones, un acuerdo de diálogo político y cooperación que entra en vigor provisionalmente y que marca el fin del aislamiento de La Habana como el único país de la región con el que la UE no tenía aún un pacto bilateral.
Detalla que su firma, el pasado 12 de diciembre por Mogherini y por el canciller Bruno Rodríguez, supuso además el punto y final de la “posición común”, la política unilateral y restrictiva que imponía la UE a la Isla desde 1996 y que vinculaba todo avance en la relación bilateral a que hubiera progresos en democratización y derechos humanos en el país.
Agrega que desde el principio de este nuevo siglo, las relaciones entre la Unión Europea (y sus estados miembros) y el Régimen de Cuba han tendido a la normalización. En un primer momento, los Estados miembros entablaron relaciones con Cuba; conduciendo en noviembre de 2016 a romper el veto institucional de la UE hacia el régimen Castrista, encaminándose a un Acuerdo de Colaboración y Diálogo ratificado en julio de 2017 por el Parlamento Europeo.
“Hay que mencionar que el acercamiento entre la UE y Cuba se produjo como resultado del acercamiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos durante la administración de Obama”, afirma Romero.
Convenios con España
“España fue uno de los primeros países que reconoció el gobierno de Castro; debido a la tradicional práctica de aplicar la teoría de la efectividad en los países iberoaméricanos según la cual, hay que reconocer a los gobiernos que ejercen un control efectivo sobre un territorio y la población que en él se asientan”, explica Rom.
Añade que España, en el caso de Cuba como en otros, continuó las relaciones diplomáticas sin proceder a ningún juicio de valor sobre el régimen político de la Isla.
Asimismo, en las últimas décadas, comenta que España ha sido uno de los valedores de Cuba en Europa. Siendo España la cabeza de puente entre las relaciones Cuba-Unión Europea y viceversa. Solo durante el gobierno del presidente José María Aznar, en especial el mandato 2000/2004, las relaciones entre Cuba y España empeoraron.
Menciona que las empresas españolas poseen grandes inversiones en la Isla, en especial en el sector turístico. Los intereses económicos, junto con las simpatías políticas sobre todo de formaciones de centro-izquierda e izquierda hacen que se hayan normalizado las relaciones con España y que ésta haya contribuido en la normalización y establecimiento de relaciones con la UE y sus Estados miembros.
Percepción cultural de Cuba
Aunque no cree que exista en España una “percepción general”, “como todo en nuestro país, está polarizado”:
• Los sectores de derechas, conservadores y liberales se posicionan en contra del régimen de Cuba en mayor o menor medida.
• Por otro lado, los sectores socialdemócratas o centro-izquierda que suelen reconocer que en Cuba existe un régimen no democrático, pero que para implementar reformas es necesario el diálogo con el régimen y condenar el Bloqueo como causante de los problemas económicos y demás penurias que sufre la isla.
• Por último tenemos a la izquierda, que justifican y apoyan el gobierno de Cuba. Llegando en ocasiones a” hiper-idealizar” el régimen cubano.
Esta división en la sociedad española se vio reflejada en el Parlamento Europeo.
Según reporta la plataforma digital 14 y medio dirigida por la opositora cubana Yoani Sánchez, “los eurodiputados conservadores y liberales, defensores de la celebración del debate antes de nuevos acontecimientos, criticaron que continúe el diálogo sin consecuencias con La Habana”.
Mientras que diputados de izquierda/socialistas consideraron innecesario el debate.
“No entiendo muy bien la insistencia de algunos grupos por celebrar en este pleno este debate”, dijo la eurodiputada del PSOE Elena Valenciano.
Incluso el eurodiputado de En Comú Podem, la alianza catalana con el partido de izquierda Podemos, Ernest Urtasun dijo que “quizá algunos grupos lo que quieren es torpedear el éxito del acuerdo y apostar por la línea de mirar hacia el pasado de la Administración Trump”.
Esta división no representa lo sucedido con Venezuela, respecto a lo cual la Unión Europea ha sido clara.
“No tengamos miedo de denunciar situaciones inaceptables como la de Venezuela”, dijo el presidente del Europarlamento en octubre del año pasado.
Y dieron el ejemplo al resto del continente. Apenas el mes pasado, 10 países europeos más sumaron sanciones sobre Venezuela.