
Tras la victoria del “No” en el plebiscito, mecanismo por el cual los colombianos rechazaron el acuerdo logrado entre el Gobierno colombiano y las FARC, la agenda del Congreso de la República ya no estará centrada en las reformas necesarias para la implementación de los acuerdos sino en la nueva reforma tributaria y el presupuesto del país para 2017.
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Debido a la derrota electoral que sufrió el Gobierno el domingo se empezó a especular sobre la posibilidad de que fuera más complicado que la reforma tributaria fuera aprobada debido a supuestas divisiones al interior de los partidos afines al gobierno. Sin embargo, ellos dicen mantenerse unidos aunque existen algunos reparos sobre el posible contenido de la reforma.
Uno de los temas que más tiene preocupados a los congresistas es la disminución de los programas sociales para el próximo año y la impopular medida de aumentar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), ya que su aprobación podría generar un peor momento del que ya vive el Gobierno y su aliados en el Congreso tras lo sucedido en las urnas el pasado dos de octubre.
Según el senador Juan Diego Gómez el Centro Democrático hará fuerte oposición a la reforma tributaria y aseguró que aumentar la base de quienes pagan impuestos puede ser una medida que afecte a los estratos populares, por lo que lo considera inconveniente para la coalición de Gobierno y cree que por este motivo se podría dividir frente a la aprobación de dicho proyecto.
Finalmente, algunos señalan que ahora el Congreso deberá encargarse de temas que han estado abandonados como la salud y la desnutrición en La Guajira, departamento al norte de Colombia, ya que las reformas que debía hacer el legislativo por el proceso de paz quedan congeladas por el momento.
Fuente: El Colombiano