Para solventar de una vez por todas la crisis generada por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y que está afectando a toda la región, Estados Unidos “debe liderar la manada”. De esta manera, “muchos otros países lo acompañaran en una solución para esta desastrosa situación”, dijo el recién nombrado embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, durante una visita a The Washington Post.
Las palabras del recién nombrado embajador colombiano, fueron reseñadas en un artículo opinión titulado: “¿Puede América Latina manejar el colapso de Venezuela sin EEUU?”. En la nota se destaca que, desde que Santos llegó a Washington ha intentado lo que es “casi un imposible”: inducir al gobierno obsesionado con Donald Trump a enfocase en la “crisis política y humanitaria mas seria de las Américas en décadas”.
Utilizando el mismo adjetivo que Trump en una de sus declaraciones, la nota de The Washington Post dice que el régimen socialista autoritario de Venezuela ha sido “desastroso”, llevando a una caída de la producción económica del país a la mitad en solo cinco años. “Un sorprendente 60% de la población dice haber perdido peso por la falta de comida. Unos 2 millones de personas, de una población de 31 millones, ya ha abandonado el país, y más siguen saliendo a una tasa que excede los 15.000 al día”.
Colombia está llevando la peor parte de la crisis venezolana. Según dijo Santos, su país está absorbiendo al día 5.000 de esos refugiados, donde ya un millón esta instalado en su país. “Esto podría generar una crisis sin precedentes en Colombia”, dijo el embajador al diario estadounidense. “Y no es solo Colombia, esto puede ser una fuerza desestabilizadora para toda América Latina”, agregó.
Pero las declaraciones de Santos no significan que está promoviendo una intervención militar por parte de EEUU. Sin embargo, como ha destacado el secretario general de la OEA, Luis Almagro, el embajador afirma que “todas las opciones deben ser consideradas”.
La verdad es que hasta ahora, las presiones internas y externas contra el régimen de Maduro no han surtido el efecto esperado.
El año pasado una docena de países latinoamericanos crearon el Grupo de Lima como una coalición para presionar al régimen a unas elecciones presidenciales limpias y transparentes, pero no logró su cometido, y cuando el 20 de mayo Maduro se reeligió, estas naciones desconocieron el resultado. Para The Washington Post, estas fueron medidas “simbólicas”.
Paralelamente, Maduro sobrevivió a varios meses de intensas protestas en 2017 y ha logrado abortar cinco intentos de golpe de estado gestados por fuerzas militares internas, gracias al “aparato de inteligencia manejado por los cubanos”. Según el diario, se cree que unos 600 oficiales han sido detenidos por el régimen, y la mayoría del liderazgo civil opositor ha sido encarcelado o forzado al exilio.
Además, destaca el diario, China oxigenó -el mes pasado- al régimen de Maduro con un financiamiento de US$5.000 millones, mientras que Rusia lo ha ayudado a mantener sus refinerías y estaciones de gasolina ubicadas en EEUU.
La semana pasada la presión internacional contra el régimen de Maduro se incrementó. En el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, un grupo de países introdujo ante la Corte Penal Internacional (CPI) una solicitud para investigar por crímenes de lesa humanidad al dictador venezolano. Así mismo, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó su primera resolución en la historia sobre Venezuela, exhortando al régimen a que acepte la asistencia humanitaria. Sin contar con las fuertes criticas que muchos mandatarios hicieron contra el gobierno venezolano durante sus discursos y declaraciones en Nueva York.
Sin embargo, estas últimas acciones parecen carecer de la contundencia e inmediatez que se necesitan para garantizar que el régimen abandone el poder o llame a unas elecciones justas.
Según el Washington Post, si una crisis de las proporciones de la venezolana hubiese pasado entre los años 1890 y 1990, EEUU hubiese sin duda intervenido. “Habría mediado para una elección, o apoyado a rebeldes, o un golpe de estado, y si fuera el caso, invadido”. Pero hasta ahora solo hemos visto algunas “bravuconadas”. “Trump es apenas el tercero de tres presidentes consecutivos que han evadido el desastre en Venezuela. Su administración solo ha tomado algunas medidas a medias”, apenas unas sanciones contra altos líderes del régimen, y contribuido con fondos para ayudar la crisis de refugiados venezolanos. En fin, “no ha buscado liderar una respuesta para Venezuela al igual que no lo ha hecho para ponerle fin a la guerra en Siria”, dijo el diario estadounidense.
Pero The Washington Post, no está abogando por una invasión directa de EEUU, dice que no ve que esta acción tenga posibilidades. “Porque polarizaría a América Latina y aunque exista poca resistencia armada, sería difícil encontrar o construir un gobierno alternativo”.
Sin embargo, destaca que algunos en la región están empezando a visualizar un escenario diferente y más plausible: una intervención humanitaria multilateral. Esta acción podría ser seguida de un golpe contra Maduro, o otra rebelión por parte de una población desesperada que ha sido privada de alimentos, medicinas, agua o electricidad.
Pero según el diario, EEUU esta tan listo para esta contingencia, cómo para enfrentar las consecuencias de otros cuantos millones de refugiados venezolanos huyendo a Colombia. “Santos tiene razón: es hora de empezar a trabajar en eso”, concluye The Washington Post.