“Para muchas personas con dificultades, un trabajo mal pagado no es ‘explotación’. Es un salvavidas”, concluye Jonathan Miltimore en su artículo titulado: “Las leyes de salario mínimo aumentan el número de personas sin hogar, según un nuevo estudio”, publicado en la Fundación para la Educación Económica.
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Lo primero que hay que recordar es que los salarios no aumentan por decreto gubernamental o por la buena voluntad del empleador. Son las fuerzas del mercado, concretamente la inversión y la competencia, las que dan un verdadero valor al incremento de la remuneración. Entre esas personas con dificultades pueden estar los migrantes, que por distintas razones dejaron su tierra y se enfrentaron a una nueva realidad en el país de acogida, con las desventajas naturales frente a los ciudadanos de esa nación.
Shakira vs. El jefe: el oprimido vs. el opresor
Apartando casos de violaciones a los derechos humanos como la trata de personas y el trabajo forzado, poner al patrón como el villano explotador y al empleado como la eterna víctima demuestra una profunda ideología marxista, compilada en el Manifiesto Comunista que interpreta la humanidad como una permanente lucha entre opresores y oprimidos, entre burgueses y proletarios. Eso es lo que vende Shakira en su nueva canción en colaboración con el grupo de música regional mexicana, Fuerza Regida, titulada El jefe, la cual, a pesar de la dedicación específica a su exempleada, envía un mensaje equivocado.
“Tengo un jefe de mierda que no me paga bien,
yo llego caminando y él en Mercedes Benz”.
El resentimiento social y la lucha de clases en este coro superan la venganza personal de la Sessions Vol. 53 con Bzrp contra su expareja y “su supuesto reemplazo”, aunque se esforzara en aclarar que hay “cero rencor”, luego de recordar que “del amor al odio solo hay un paso”. Sin embargo, esta letra en primera persona sobre una experiencia propia resulta ingenua frente a la nueva colaboración estrenada este miércoles, en cuyo video se aprecian referencias claras a los migrantes que cruzan de manera irregular la frontera sur de Estados Unidos y se ganan la vida como repartidores o personal de servicio.
La complejidad de la migración
Casualidad o no, el estreno de la canción El jefe de Shakira y Fuerza Regida coincidió con la invasión al estado de Texas declarada de manera oficial por el gobernador Greg Abbott ante la llegada masiva de migrantes por la ciudad de Eagle Pass. Pero la crisis por los cruces irregulares no es exclusiva de las zonas fronterizas. A miles de kilómetros la situación también se ha desbordado, empujando al alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, a suplicar ayuda estatal y federal.
La romantización de la migración sin tomar en cuenta las consecuencias sociales y económicas solo suma popularidad y fondos a una mujer que ya no llora, una mujer que factura. Y es que en lo social, es un tema que tiene muchos matices. Hay migrantes que huyen de regímenes comunistas en busca de un mejor futuro, pero cada historia es distinta. Inevitablemente, la migración descontrolada aumenta la inseguridad ante el ingreso de traficantes y pandillas que comenten una amplia variedad de delitos, que incluyen asesinatos, extorsión, tráfico de drogas, trata de personas, tráfico de armas, robos y vandalismo. Así surgió en Los Ángeles entre los 80 y los 90 la Mara Salvatrucha.
El resultado de la satanización del estudio y el trabajo
También está el caso del migrante venezolano que en las redes sociales se hace llamar “Leito oficial” y no merecía haber encontrado las puertas abiertas para ingresar a EE. UU., pues es un parásito social que hace apología al delito y promueve vivir del Estado y la mendicidad en vez de trabajar. Y lo más lamentable de la canción El jefe de Shakira, es que este infame personaje se debe sentir identificado con la satanización del trabajo y el estudio en casi toda su letra:
7:30 ha sonado la alarma
Yo con ganas de estar en la cama
Pero no se puede
Llevo los niños a las 9:00
El mismo café, la misma cocina
Lo mismo siempre, la misma rutina
Otro día de mierda
Otro día en la oficina (…)
Ser pobre es una basura
Mamá siempre me decía
Que estudiar todo asegura
Estudié y nada pasó
Maldita vida tan dura
Lo que no dice Shakira sobre El jefe
Esta colaboración entre la cantante colombiana y la banda mexicana incluye además palabras obscenas innecesarias que buscan generar indignación de los oprimidos contra los opresores, representados en el video, por un lado, por migrantes apilados sobre el tren de la muerte, también conocido como La Bestia, y por el otro, por hombres capitalistas que disfrutan de un banquete sobre la cabeza de un empleado en bandeja de plata.
Con una Shakira desafiante que camina sobre la mesa como una heroína que llega a vengar al proletariado derramando sobre El jefe un vino tinto que parece sangre, termina el video que omite detalles importantes de la otra cara de la moneda. Por ejemplo, que si la migración crece de manera descontrolada, la demanda de trabajos no cualificados superará a la oferta y el pobre con gustos caros y mentalidad para ser millonario se quedará sin indemnización y le seguirá faltando el salario.