El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció este domingo sobre un intercambio de disparos entre el preso político brasileño Roberto Jefferson y efectivos de la Policía Federal que tuvo lugar en las afueras de su residencia, cuando los funcionarios intentaban sustraerlo de la residencia donde está bajo arresto domiciliario. El operativo tenía como fin llevarlo a una prisión, por dar duras declaraciones en contra de la magistrada Carmen Lúcia, luego de que el Tribunal Superior Electoral ampliara sus poderes para impedir la difusión de supuesta “información falsa”, lo que incluye una prohibición de llamar “ladrón, corrupto o exconvicto” al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
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A través de sus redes sociales, el mandatario nacional, así como candidato a la reelección este 30 de octubre, puntualizó su posición frente a estos dos hechos. Bolsonaro, repudió, en primera instancia, las declaraciones de Jefferson contra la magistrada, así como su “acción armada” contra agentes de la Policía Federal, en la que causó daños a una patrulla de este organismo de seguridad.
De la misma manera, haciendo alusión al presunto cambio de modalidad de arresto en torno al exdiputado, se manifestó contra “la existencia de investigaciones sin ningún sustento en la Constitución y sin el rol del Ministerio Público”. Es por ello que el jefe de Estado brasileñó ordenó al Ministro de Justicia que fuera a Río de Janeiro, para seguir el desarrollo de este episodio.
Roberto Jefferson vs. “Carmen Lucifer”
La pugna entre el exdiputado Roberto Jefferson y la magistrada Camen Lúcia escala a esta magnitud luego de que este calificara a la alta funcionaria como “bruja” y, posteriormente, haciendo un juego de palabras con su nombre, se refiriera a ella como “Carmen Lucifer”, por defender la censura que se estaría imponiendo desde el máximo tribunal.
“Ella sabe que es censura, pero solo será por esta vez, así como las vagabundas que se prostituyen por primera vez, es una bruja, vagabunda”.
Referente al intercambio de disparos con los funcionarios de la Policía Federal, la prensa brasileña reseñó que Jefferson fue quien abrió fuego contra los oficiales, de modo que pudiera evitar su traslado, el cual considera que forma parte de la censura impuesta desde las instituciones controladas por el juez Alexandre de Moraes para, presuntamente, favorecer a Lula da Silva en la recta final de la segunda vuelta. Incluso medios internacionales como el New York Times, de línea progresista, se preguntó en el titular de un reciente artículo si “para defender la democracia, el máximo tribunal de Brasil está yendo muy lejos”.
A través de sus redes sociales, Roberto Jefferson aseguró que no disparó directamente a los policías, sino al vehículo y cerca de ellos, porque –según sus palabras– está “cansado de tanta humillación” y pide al pueblo brasileño “nunca arrodillarse a la tiranía”. Esto a propósito de las decisiones emanadas en los últimos años del Supremo Tribunal Federal (STF) –dominado por jueces designados por el Partidos de los Trabajadores (PT) de Lula– al que el presidente Jair Bolsonaro califica como la “dictadura de la toga”.