A Federico Boccanera
Así como existe en Estados Unidos un Complejo Industrial Militar (denunciado en su momento por Lyndon B. Johnson a principios de los años sesenta) igualmente hoy se puede distinguir un entramado sistémico entendido como el Complejo Político Industrial.
Éste se encuentra conformado por una maquinaria que incluye, entre otros, a los intereses financieros y energéticos del duopolio Republicano/Demócrata, sus donantes/acreedores, ciertos consultores, sus propios encuestadores, los Mass Media (que amplifican y dispersan los mensajes), algunos lobbies, unos omnipresentes Think Tanks y un buen número de ONG.
Si la democracia es el campo de juegos donde se mueven las caras visibles del poder político dirigente, será el sufragio el armazón normativo donde se agiten las piezas de esa gran esparcimiento entendido como día de la votación. La elección es un castillo que debe tomarse… servir como el último barniz para generar obediencia debida y fortalecer las llamadas “narrativas distribuidas” …o como podrían verse coloquialmente: las múltiples vocerías que justifican, argumentan y explican una política de la armonización de criterios o de la domesticación ciudadana.
Cuando se estudia el fenómeno del poder tendemos a confundir las causas con los efectos; esto es, vemos las marionetas, más no al titiritero. Para Lao Tse existían distintos tipos de dirigentes de colectivos humanos. Enumeraba a los gobernantes (desconocidos por el gran público); luego venían los líderes (conocidos y admirados por el público); y, por último se encontraban los funcionarios temidos y los funcionarios despreciados. Unos coaccionan, otros reprimen…a veces se les respeta, a veces se les odia.
Gobernantes y líderes se conocen entre ellos y serán esos líderes quienes llevan adelante las líneas gruesas planteadas por sus jefes estratégicos o patrocinantes.
Las obras del Complejo político industrial, engranan dentro de un marco mayor: la guerra híbrida. Una nueva guerra cuyos instrumentos se valen de todas las tesituras de la violencia política; una guerra en donde las ideologías se disfrazan de luchas identitarias, se descentra al Yo psíquico y anímico, se narcotiza al ciudadano en nombre de la libertad y, tanto el desplazamiento de la población, como la perturbación macroprudencial ocultan al desmantelamiento del Estado y la complicidad transnacional en contra de los propios proyectos individuales de vida.