EnglishLa primera conferencia de Cristianos por la Libertad (CFL por sus siglas en inglés) se llevó a cabo el sábado pasado, y atrajo a más de 100 personas de diferentes contextos: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, unidos por la fe cristiana y la filosofía libertaria. LibertarianChristians.com (LCC), auspiciada en parte por Students for Liberty, organizó el evento en la Universidad St. Edwards en Austin, Texas.
Personas provenientes de todos los rincones del país se hicieron presentes, y con ellos al menos un visitante extranjero, expresó Norman Horn, organizador principal y fundador de LCC. “Siendo este el primer año de la conferencia, el resultado es muy alentador, sobre todo tomando en cuenta el corto presupuesto disponible, el boca a boca y la habilidad de difundir ideas a través de tan solo la página de internet. Fue así que hicimos todo esto”.
Michael Maharrey, director nacional de comunicaciones del Centro por la Décima Enmienda; David Theroux, fundador y presidente del Independent Institute; Jay Hall, miembro de Oficiales en Contra de la Prohibición (LEAP); David Simpson, representante del Estado de Texas (R-Longview); y Alexander McCobin de Students for Liberty fueron, entre otros, los conferencistas, los cuales reflejaron la diversidad existente en el abanico libertario.
¿Quiénes son los cristianos libertarios?
Muchos ven a la filosofía política libertaria como un rechazo a toda forma de autoridad sobre el individuo. LCC, a través de su pagina y su primera reunión organizada para gente afín, se propuso demostrar cómo las ideas de libertad y la fe cristiana van de la mano.
De acuerdo a una declaración en su sitio web, el grupo establece que “los cristianos libertarios creen que el libertarismo es la única filosofía política verdaderamente consistente, que tiene sentido moral y racional y que está en acuerdo con aquello que entendemos como la Biblia y la historia cristiana”.
“El estatismo es contrario al Reino de Dios, y no está incluido en el orden natural de las cosas tal como Dios lo planeó,” es el mensaje fundamental del grupo, según dijo Norman Horn a PanAm Post. Acerca de la compatibilidad entre el libertarismo y el cristianismo, Horn agregó: “Durante cientos de años, los cristianos han sido prominentes defensores de la libertad individual y la restricción del poder gubernamental”.
Gran parte de lo que se trató de lograr con la conferencia de CFL fue demostrar a los libertarios que “el cristianismo puede ser, es y siempre ha sido un gran defensor de la libertad individual, oponiéndose al poder estatal.”
La religión del estatismo
Entre los conferencistas estuvo Jason Rink de la Fundación por una Sociedad Libre, quien dio una provocadora charla titulada “Ídolo estadounidense: Cómo el Estado intenta remplazar a Dios.”
Rink es un cristiano converso que se interesó en el libertarismo tras la campaña del exrepresentante texano Ron Paul para la presidencia de Estados Unidos en 2007. Rink aseguró que en la vida espiritual él es aún un discípulo de Jesús, pero políticamente se ha convertido en un “discípulo de Paul”.
“Uno de los problemas que tenemos, cuando tratamos de entrar en esta discusión, es el hecho de que mucha gente no está enterada del tipo de vasallaje que constituye la forma en la que ven al Estado, como a un remplazo de Dios. [El Gobierno] intenta representar y reemplazar algunas de las características propias de Dios y tomarlas como suyas”, explicó Rink.
Rink especificó que el Estado ha tomado el rol de proveedor y sanador a través de los varios programas de asistencia social y de salud. Es así que, la mayor parte del público, lo ve como “omnipotente, omnipresente, bueno, justo y santo”.
“No importa que tan absurdas sean las leyes, deben ser obedecidas a toda costa”, Rink denunció. Mucha gente ve erradamente al Estado como “eterno”, la noción de que el Estado “siempre existió y siempre existirá crea la idea de que avanzar hacia una sociedad voluntaria y sin Estado es imposible… es como si creyeran que Juan 1:1 dice: ‘al principio fue el Estado, y el Estado estaba con Dios, y el Estado era Dios’”.
Rink también arguyó que en el caso de Estados Unidos, particularmente, el Gobierno ha tomado “todos los aspectos” de una moderna religión organizada. Señaló los símbolos sagrados y textos que han tomado la forma de banderas y constituciones, los expresidentes vistos como santos, los edificios gubernamentales como templos, los colegios públicos como “iglesias”, y el juramento a la bandera como una oración.
Jackson Trigg, quien viajó desde Albuquerque, Nuevo México, convino con el análisis de Rink. Trigg cree que la iglesia es en parte culpable de la actual situación, ya que se alimenta de la “religión estatista”. Como originario de Canadá, se vio perturbado al descubrir cuán inmiscuida se encuentra la iglesia cristiana en el nacionalismo estadounidense.
“Si vas a una iglesia para la misa del 4 de Julio” dijo, “puedes tener la certeza de que se hablará de Estados Unidos y se le agregará una relación con Dios de alguna forma”.
Trigg recuerda cuántas veces visitó campamentos para jóvenes cristianos y le preocupó el requisito de izar la bandera estadounidense cada mañana para el juramento a esta. “¿Qué tiene que ver Estados Unidos con el cristianismo?”, preguntó.
El organizador del evento, Norman Horn, doctor en Ingeniería Química y magíster en Estudios Teológicos, dijo que la pregunta que los cristianos deberían hacerse a sí mismos es: “¿Qué dice Dios acerca del poder? ¿Qué dice Dios acerca de la violencia y el uso de la fuerza sobre la gente?”
Asimismo dijo, “Todos somos juzgados por las mismas normas morales. Si es así, entonces ¿por qué le damos al Estado vía libre para conducir acciones violentas que explícitamente no nos son permitidas?”
Combinando política y fe
En cuanto a los retos que se presentan al intentar reconciliar la vida política, social y espiritual, Trigg aceptó que es una aventura de muchos años. “Durante los dos últimos años de mi vida he intentado buscar los lugares donde parecía que había contradicciones, pero luego me di cuenta de que pueden integrarse harmónicamente”. Agregó además, que él aprendió que sus puntos de vista políticos y su fe cristiana no solo trabajan en conjunto, sino que también “de alguna forma, emanan la una de la otra”.
Trigg mencionó que, mientras que la disonancia cognitiva entre política y espiritualidad han encontrado armonía en su mente, el componente social sigue siendo un reto. “Para los cristianos eres el intruso, y para los libertarios eres un fanático religioso… pero tienes algo que ofrecer a ambos mundos”.
Horn transmitió pensamientos similares al discutir estos dos mundos aparentemente distintos, sin embargo interconectados: “Siento que, en muchos aspectos, los cristianos libertarios tienen muy poca representación, y creo también que en muchos casos son gente con miedo a exponer sus ideas… sentí además, que si me declaraba libertario, esto podría conducir a repercusiones sociales indeseadas.”
Horn también recordó la época de su vida en la cual se acercó a sus padres para decirles que se estaba alejando de las perspectivas convencionales de su fe y sus ideas políticas: “Ustedes me enseñaron a ser de esta forma… ahora estoy llevando estos valores que me transmitieron… a su conclusión lógica”.
A la pregunta de cuál filosofía lidera a la otra para los cristianos libertarios, Horn firmemente responde: “Somos cristianos primero”.
“Para el cristiano que acepta que Jesucristo es el príncipe de la paz y que nos dio una nueva y mejor forma de vida a seguir, ¿dónde caben la violencia y la fuerza bruta en todo eso? Comenzamos a ver estas cosas como incompatibles con nuestras creencias… Comprender el uso de la fuerza en la sociedad es lo que nos acerca al libertarismo”, consideró Horn.
El fundador de LibertarianChristians.com concluyó que él no piensa que es correcto sugerir que “Jesús era un libertario” o que “Dios era un libertario”. Aún así, dijo que de todas formas sería correcto decir que “el libertarismo es la expresión política más consistente con el pensamiento que tenemos como cristianos”.
El futuro de CFL
Respecto a LCC y la posibilidad de una segunda conferencia anual de Cristianos por la Libertad, Horn se mantiene esperanzado de que el número de participantes continuará creciendo. Asintió también que está entre sus intenciones el desarrollar una organización en el curso de los próximos años y continuar conectado a gente a través de Estados Unidos. “Nuestra meta es trabajar desde nuestras iglesias [establecidas]… [y] dar una mayor representación a lo que ellos ya creen el ámbito político”.
“Sabemos que existe una gran porción de cristianos libertarios esparcidos ahí afuera”, dijo Horn. “Si proporcionamos estructuras que nos permitan conectarnos, a través de internet y redes sociales, tendremos un mayor y creciente impacto sobre nuestras comunidades e iglesias”.