Al presidente de Chile, Gabriel Boric, le costará armar una lista de candidatos para los comicios municipales y de gobernadores que se realizarán en octubre de 2024. El desinterés por la contienda reina entre sus filas, considerando que de su tren Ejecutivo sólo se bajaron tres miembros para sumarse a la carrera electoral del próximo año.
El insignificante número de salidas confirma que el caótico liderazgo del jefe de Estado chileno determinó las aspiraciones electorales de sus aliados más cercanos. Hay que decirlo sin sentimentalismo. Los dos años de constantes recaídas del mandatario nacional en escándalos, por su ineficiencia para resolver los problemas de inseguridad, narcotráfico, migración y corrupción provocó que los funcionarios de su Administración optaran por mantener sus sueldos y guardar sus pretensiones.
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De los miembros de su gabinete hay “menos que una docena de huevos” atraídos por medir su nombre en las urnas, publica La Tercera. Es cierto. Sólo se conoce la salida de Constanza Schönhaut como encargada de la coordinación del ministerio de Interior con las delegaciones presidenciales regionales y provinciales, para postularse en las municipales de 2024. A ella se suma Ángel Cabrera, secretario de Trabajo en la región de Los Lagos, quien competirá por la Gobernación de Los Lagos, al igual que Rubén Quezada de su puesto como delegado presidencial regional en Coquimbo, “por motivos personales para asumir nuevos desafíos”, dictaba el comunicado donde dejó asentada su futura candidatura como gobernador en la misma región.
El bolsillo es prioridad
No hay más nombres hasta ahora para las municipales 2024 y el tiempo para estas definiciones vence el este viernes 27 de octubre, ya que el artículo 5 de la Ley N°18700 Orgánica Constitucional sobre votaciones populares y escrutinios, establece que “para ser incluido como candidato de un partido político o de un pacto electoral, siempre que en este último caso no se trate de un independiente, se requerirá estar afiliado al correspondiente partido con a lo menos dos meses de anticipación al vencimiento del plazo para presentar las declaraciones de candidaturas y no haber sido afiliado de otro partido político dentro de los nueve meses anteriores al vencimiento de dicho plazo” (26 de octubre de 2023 y 26 de mayo de 2024, respectivamente).
La normativa es clara, pero en La Moneda prevalece la indisposición para ir a una jugada que pinta arriesgada, porque significa dejar a un lado un cargo público un año antes de las elecciones, sin ninguna garantía de triunfo.
El bolsillo es prioridad entre los aliados del mandatario. Se entiende cuando 200 altos funcionarios, que van desde ministros, subsecretarios, jefes de división, jefes de gabinete y asesores bajo la modalidad de planta, contrata y honorarios, ganan cinco millones de pesos. Esta cifra ronda fácilmente los 5500 dólares y equivale a más de diez salarios mínimos.
Incluso, hay quienes ganan más. La subsecretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos, recibe mensualmente 7.742.660 de pesos, es decir, cifra cercana a los 7700 dólares. Con dos pesos menos, 7.742.658, le siguen los subsecretarios de Interior, Manuel Monsalve; de la Secretaría General de Gobierno, Valeska Naranjo; y la subsecretaria de La Mujer y de Género, Luz Vidal, con 7.742.658. Todos perciben más que el presidente cuyo salario es de 7.634.385 de pesos.
Desafíos que atemorizan
El triunfo de los republicanos en el segundo proceso constituyente también incidió en el repliegue de las intenciones electorales en las filas de Boric para las municipales y regionales, que además dejarán en evidencia las fuerzas de la izquierda para los comicios parlamentarios y presidencial de 2025.
Hay facciones políticas donde ni siquiera las citas son tema de debate. Convergencia Social, tolda fundada por Boric, anunció que ni la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, única representante del Frente Amplio en el comité político, asomó pretensiones. Tampoco la delegada regional de la Región Metropolitana, Constanza Martínez.
En el caso de Revolución Democrática, partido envuelto en la recepción directa de fondos públicos a través de fundaciones, descartó la salida de la delegada presidencial en el Biobío, Daniela Dresdner.
Por su parte, frente a este escenario, los comunistas sí pescan oportunidades. Dos consejeras regionales que integran el comité central del partido, Tania Concha y Severina de Gracia de Sánchez, buscarán llegar a el sillón municipal de Coronel y La Liga.
Otro problema encima
A la falta de rostros para las elecciones municipales 2024, Boric también enfrenta la desintegración de la coalición que lo llevó al poder. El conglomerado conocido como “Apruebo Dignidad” integrado por Convergencia Social, Comunes, Revolución Democrática, el Partido Comunista, Acción Humanista y la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) parece inevitable cuando no lograron el “Apruebo” de la primera constituyente en el plebiscito del año pasado y la “Dignidad” de sus miembros quedó en el piso tras el escándalo de corrupción por la entrega de recursos de forma directa a fundaciones aliadas del Ejecutivo.
La intención del mandatario es reunir a Convergencia Social, Revolución Democrática y Comunes en una sola organización. Sin embargo, los balances económicos del partido Comunes de 2020 y 2021 aún no se han aprobado. La tolda estima terminar en el primer semestre de 2024, pero si Comunes incumple la fusión será cuesta arriba.
Ya luce porque el Servicio Electoral presentó una denuncia ante fiscalía por el no pago de 142.686.823 de pesos vinculados a aportes fiscales que recibió Comunes en ese periodo.