A veces, el enemigo está en la misma acera. Si ya la conmemoración de los 50 años del golpe militar contra Salvador Allende, lucía complicada para el presidente chileno, Gabriel Boric, debido a la inasistencia de al menos 10 presidentes al evento, ahora el alcalde comunista de Recoleta, Daniel Jadue, armó una agenda paralela a La Moneda para rendirle honor al exjefe de Estado con un repertorio de invitados internacionales.
La lista de asistentes de Jadue para competir con los actos que organiza Boric ya trasciende. De acuerdo con El Mostrador, el burgomaestre acordó la visita del biógrafo de Allende, Mario Amorós, el aterrizaje del dirigente del partido izquierdista español, Podemos, Pablo Iglesias y el arribo de la senadora colombiana Piedad Córdoba.
También resaltan entre los más de 200 invitados, el juez español Baltasar Garzón, el expresidente de Honduras, Manuel Zelaya; así como la antropóloga y teórica del feminismo, Rita Segato.
Celebración con escándalos involucrados en agenda
Jadue armará su parafernalia en el zócalo de la Municipalidad de Recoleta y en la corporación cultural de la comuna. El alcalde, al parecer, dejó a un lado que Iglesias está inmerso en una investigación de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional de España por el presunto desvío de fondos públicos hacia la consultora chavista Neurona. De la misma manera, se obvia ahora Córdoba se encuentra bajo el radar de la Procuraduría neogranadina y la Unidad Antiterrorismo de la Fiscalía, por sus presuntos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sobre la senadora del Pacto Histórico pesan 14 denuncias que la vinculan con el grupo guerrillero. Entre ellas, destaca la que presentó Fernando Villavicencio, el candidato presidencial ecuatoriano asesinado recientemente. En el documento que en su momento presentó el otrora diputado anticorreísta aparece relacionada con Álex Saab y el expresidente, Rafael Correa.
Con estos invitados que arrastran escandalosos antecedentes, Jadue liderará la “Cumbre Internacional por la Democracia y los Derechos Humanos” con el cual pretende generar un “espacio de encuentro internacional para el debate, la reflexión, el pensamiento crítico y la cultura” entre el 2 y el 9 de septiembre.
Conmemoración con intención
No lo hace de forma espontánea. En su Partido Comunista hay molestia con Boric por la accidentada conmemoración que empuja desde el Ejecutivo. “Habría esperado más del gobierno”, declaró la diputada de la tolda, Carmen Hertz en medio de la demora para conocer el plan del evento que ya tiene al menos la baja de 10 presidentes que optaron por asistir a la cumbre del G20 en la India.
“Yo no conozco los argumentos y cuáles son las convocatorias del gobierno”, señala el secretario general Lautaro Carmona y fuentes de la colectividad confiesan que en el PC cohabitan dos grupos: “los molestos” con el gobierno por ser incapaz de definir un contenido y programa claro para la fecha y “los decepcionados” porque el mandatario izquierdista representaba una garantía para la conmemoración.
Todos cuestionan que el Ministerio de las Culturas, a cargo de la organización de los 50 años del Golpe, suma tres ministros en 17 meses de gobierno y una campaña de un millón de dólares que aún no sale en los medios.
Una pugna inútil
El alcalde capitalizó el panorama y jugó adelantado considerando que la agenda de Boric para conmemorar a Allende tiene como día central el 11 de septiembre, día de la ejecución del golpe militar en contra del mandatario socialista, hace cinco décadas.
El cronograma de Recoleta estará divido en tres etapas que iniciarán el 2 de septiembre con la “Feria Internacional del Libro: Memoria-Democracia-Derechos Humanos”, luego entre el 5 y 6 será el “Congreso Académico de la Universidad Abierta de Recoleta” -que incluye un simposio sobre la “Vigencia y lecciones del proyecto de la Unidad Popular”- y los últimos 7, 8 y 9 se efectuará el “Seminario Político Internacional”.
El repertorio del evento resulta una pugna inútil por el protagonismo en una fecha que poco importa a los chilenos. Las encuestas así lo revelan. Hay desinterés. Por un lado, un sondeo de Criteria arroja que 56% de los consultados admitió que la conmemoración del golpe de Estado “divide al país”, 40 puntos por encima de quienes creen lo contrario (16 %).
Además, 48% reconoce que “es irrelevante”. La tendencia persiste en un estudio del Centro de Análisis de Estudios de Mercado (Cadem) donde los resultados son más lapidarios, al sólo el 1% de la población manifestar que el tema es prioridad.
La ciudadanía está ajena al evento político. Es indiscutible cuando los resultados de Tú Influyes, indican que sólo un 3% cree que estará “más unido” después de las actividades. Además, la fundación Allende pide una ceremonia austera, sobria y republicana -como en otros años.