La Comisión de Constitución del Congreso peruano apeló al reglamento interno, de modo que se pueda suspender el debate relacionado con el adelanto de elecciones en el país hasta el próximo 27 de julio, cuando comience el segundo periodo de sesiones, reporta Perú 21.
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Las circunstancias en el país conllevaron a la decisión. Una de ellas fue el constante fracaso en el hemiciclo, para aprobar el proyecto de adelanto de las elecciones generales —presidenciales y parlamentarias— presentado por el Ejecutivo. Desde el mencionado poder se proponía realizar los comicios en octubre, tras no alcanzar los 87 votos necesarios para aprobar esta moción. En este oportunidad terminaron llegando a 66.
La tendencia que se mantuvo durante tres debates motivó al diputado Ilich López, de Acción Popular, a consignar “una cuestión de orden” alegando que de acuerdo al artículo 78 del Reglamento del Congreso, si una proposición es rechazada “no podrá presentarse la misma proposición u otra que verse sobre idéntica materia hasta el siguiente período anual de sesiones, salvo que lo acuerde la mitad más uno del número legal de congresistas”. Sin un consenso, su petición escaló.
Curules por un año más
Con el veto al debate del adelanto de elecciones durante los próximos cinco meses, los congresistas ganan tiempo en sus curules hasta el 2024.
Sin embargo, si el tema queda fuera de la agenda en el segundo periodo de sesiones ese margen de tiempo de las bancadas podría prolongarse. Para Patricia Juárez, expresidente de la Comisión de Constitución, le corresponde a quienes votaron en contra del debate explicarle a la ciudadanía su postura, cuando hasta la Conferencia Episcopal exhortaba a un acuerdo.
A través de un comunicado, el clero pidió salvaguardar la “institucionalidad democrática” del país en medio de las protestas antigubernamentales que suman 69 muertos. En su carta abierta a los 130 legisladores que integran la cámara peruana señalaron que “el pueblo soberano tiene derecho a decidir sobre los destinos de la patria, mediante elecciones transparentes y justas para renovar los poderes”.
Sin presión ante el chantaje
Ni la petición de la iglesia católica favoreció la discusión. Las bancadas permanecerán mientras la presión por la renuncia de la presidente, Dina Boluarte, aumenta al interior del Congreso y en las calles.
En el Legislativo, ya la izquierda presentó una moción para destituir a Boluarte por “incapacidad moral” en el manejo de las manifestaciones.
Si bien el apoyo de la derecha al gobierno complica la colecta de los 87 votos, que equivalen a dos tercios del parlamento para aprobarla, el 74 % de la ciudadanía exige la salida de la mandataria, quien se opone a esta posibilidad.
Además, The Economist sostiene que en Perú funciona un “régimen híbrido” después del fallido autogolpe de Pedro Castillo y la actual gestión de Boluarte,