El hombre a cargo de los negocios y el financiamiento del régimen cubano ya no estará más al frente de las cuentas. “Un paro cardiorrespiratorio” acabó con el exyerno de Raúl Castro, el general de división, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, miembro del comité central del Partido Comunista y presidente del Grupo de Administración Empresarial, S. A.( GAESA o GAE), el consorcio militar que controla todas las transacciones comerciales de la isla.
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Con él, ya son 22 altos funcionarios en la lista de defunciones desde las protestas de julio del año pasado. Su deceso –del cual no hay más detalles– deja a la cúpula sin uno de los pilares más poderosos de la dictadura para sostener sus fuentes de ingresos.
Su nombre no es popular en las calles de La Habana sino en las entrañas del poder donde cultivó aliados que lo convirtieron en el “zar de la destrucción de Cuba” por ser quien decidió en la última década cuándo, cómo y en qué se gastaría el dinero estatal. Sobre él recaen las responsabilidades del desabastecimiento, las restricciones impuestas para recibir remesas desde Estados Unidos y las incoherentes inversiones en el sector turístico en medio de una crisis económica.
El hombre de los negocios
Nada impidió que mantuviera la administración de la Corporación Cimex, dueña de las tiendas minoristas, estaciones de combustible, red de cafeterías, estudios fotográficos, navieras, inmobiliarias y bancos.
Bajo su dominio también estuvo Habaguanex, corporación con más de 300 instalaciones entre restaurantes, tiendas, mercados, cafeterías, 16 hoteles y hostales que juntos suman 546 habitaciones de diferentes categorías; Tecnotex y Tecnoimport, compañías de importación y exportación; la Unión de Construcciones Militares; la Inmobiliaria Almest, responsable de la Zona de Desarrollo Integral Mariel y una empresa de servicios portuarios, aduanales, de transporte y de venta al mayor (Almacenes Universales).
Pero su mayor joya era Gaviota, la organización a cargo de los hoteles más productivos de Cuba –cuya facturación asciende a 700 millones de dólares anuales– erigida como un monopolio desde donde se impone el “terror, el chantaje y la obediencia a golpe de fusilamientos, defenestración y encarcelamientos”.
Un antagonismo disimulado
El dictador Miguel Díaz-Canel expresó en Twitter un “profundo dolor” por el fallecimiento de “un revolucionario” que sirvió en “todas sus trincheras”. El mensaje es parte de un protocolo que oculta las discrepancias entre ambos por el avance de las aspiraciones de Rodríguez López-Calleja, quien había comenzado a dejar a un lado su perfil bajo para formar parte del buró político del partido y de la Asamblea Nacional sin participar en las elecciones.
Siento profundo dolor al expresar mis condolencias y las del pueblo de #Cuba a la familia y amigos de Luis Alberto Rodríguez Lopez-Calleja. Se nos ha ido un revolucionario, un hombre que sirvió a la Patria y a la Revolución en todas sus trincheras. pic.twitter.com/PXV4SZlGcy
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) July 1, 2022
El militar era ambicioso. Sabía que podía hacer eso y más. Su matrimonio con Déborah Castro Espín, primogénita de Raúl, con quien tuvo 2 hijos –Vilmita Rodríguez Castro y Raúl Guillermo Rodríguez Castro, conocido como el ‘Cangrejo’, supuesto nieto favorito de Raúl,– le sirvió de credencial y de yugo.
El vínculo directo lo condujo al listado de los hombres más corruptos del mundo, elaborado por el Proyecto de Informes sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP) en 2016.
Entre sanciones
Para el diplomático estadounidense Roger Noriega, quien se desempeñó como embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y como subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental durante el mandato de George W. Bush, el ingreso de Rodríguez López-Calleja a esta lista se justificaba por presuntamente estar involucrados en el tráfico de cocaína desde el puerto venezolano de La Guaira hacia Europa y África Occidental.
Estados Unidos lo sancionó hace dos años al incluirlo en la lista de personas bloqueadas por el Departamento del Tesoro. Sin embargo, los medios del régimen cubano divulgan que “atesora una brillante hoja de servicios a la patria y a la revolución cubana”.