La turbulencia del gobierno del presidente izquierdista de Perú, Pedro Castillo, por el tercer cambio de su gabinete —con solo seis meses en el poder— potencia la discusión en el Congreso sobre la inviabilidad de su continuidad en el cargo. En la plenaria ya objetan a los nuevos miembros de su tren ministerial. Mientras eso ocurre, también se ingresa una denuncia constitucional en su contra por traición a la patria. Estas acciones convierten la vacancia en una posibilidad por segunda vez.
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El país está tenso. La falta de firmeza del mandatario rural contra la corrupción policial provocó una cascada de dimisiones que amenaza con llevárselo a él también por delante, afirmó El País. De acuerdo con el medio, la nación inca no termina de encontrar “un rumbo político que pueda hacer las reformas necesarias”.
La economía resiente la inestabilidad política. El sol peruano cayó 0,9 % y los bonos de la nación también están afectados, con notas denominadas en dólares con vencimiento en 2051 que bajaban 1 centavo, pero que ahora pasaron a descender 95,2 centavos por dólar. Esto califica como su registro más bajo en 11 meses.
Desde el Congreso, Jorge Montoya, vocero de la bancada de Renovación Popular, anunció que junto a los demás grupos parlamentarios organizarán los argumentos que permitan reunir los 87 votos necesarios para destituir a Castillo.
[EN VIVO] Montoya: Dijimos que el nuevo gabinete era una oportunidad para el Gobierno. Seguimos en lo mismo, o peor. Hemos decidido impulsar el momento de vacancia. Sigue informándote en https://t.co/WAgcNzGC9I#CanalN. minuto a minuto. pic.twitter.com/Cv7lqPTOqz
— Canal N (@canalN_) February 2, 2022
Una denuncia formal
Montoya promete no equivocarse en la búsqueda de respaldos para activar la vacancia de Castillo. La vicepresidente del Congreso, Patricia Chirinos, refuerza esta aseveración con una acusación Constitucional contra el el dirigente izquierdista, por sus “permanentes infracciones constitucionales, su incapacidad flagrante y la evidente corrupción de su gobierno”.
El artículo 117 de la Constitución de Perú lo permite. En este se establece que el presidente de la República solo puede ser acusado durante su mandato por causales muy específicas tales como: traición a la patria; impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o municipales; disolver ilegalmente el Congreso o impedir su funcionamiento.
Para Chirinos, “la incapacidad de Pedro Castillo vuelve a mostrarse en su máxima expresión. Teniendo la oportunidad de enmendar el camino, insiste en nombrar un gabinete improvisado”.
La incapacidad de Pedro Castillo vuelve a mostrarse en su máxima expresión. Teniendo la oportunidad de enmendar el camino, insiste en nombrar un gabinete improvisado. ¿Ahora la misoginia, el narcotráfico y la inexperiencia son requisitos para ser ministro? #GobiernoDeIncapaces pic.twitter.com/C4efRuV4fT
— Patty Chirinos (@PattyChirinosVe) February 2, 2022
Sin aval
La bancada del partido fujimorista Fuerza Popular no dará el voto de confianza en el Congreso al nuevo gabinete que estará bajo las riendas del legislador Héctor Valer, quien ha rodado por siete partidos políticos de distintas tendencias ideológicas.
Solo en el actual Congreso, Valer pasó de integrar las filas de Renovación Popular (agrupación con la que fue elegido y lo expulsó) a formar parte de Somos Perú-Partido Morado y, desde hace tres semanas, integra Perú Democrático, grupo conformado por disidentes de Perú Libre para promover la nueva Constitución.
En el caso del ministro de interior, Alfonso Chávarry, tiene una condena por abuso de autoridad mientras que Roberto Sánchez, quien asume el ministerio de Comercio Exterior y Turismo, enfrenta una investigación fiscal por el presunto delito de fraude en la administración de personas jurídicas, tras ser acusado de desviar los fondos de los aportes del partido Juntos por el Perú.
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— Bancada Fuerza Popular (@BankadaFP) February 2, 2022
Un debate sin fin
La racionalidad de la gestión de Castillo está en un debate sin fin desde su llegada al poder. Desde su ascenso hay desconcierto sobre su desempeño. Un sector lo percibe errático y contradictorio frente a los desafíos del cargo, sobre todo en la designación de su gabinete.
Otros, lo asumen como un político astuto con un proyecto autoritario, cuyas contradicciones obedecen a estrategias de distracción. Pero, con la trayectoria de Castillo en la izquierda magisterial, donde combinó un radicalismo discursivo con un pragmatismo extremo y subordinó el logro de metas sindicales a la construcción de una imagen que le permitiese seguir una carrera política, ahora hay más desencuentros sobre el rumbo que lleva su mandato.
Queda claro que Castillo reconoce los límites del grupo con el que se siente más cómodo, sin embargo, desconfía de sus nuevos apoyos. Por eso, para tomar decisiones, deja que se produzca una pugna abierta entre los diferentes sectores y decide en última instancia, según la coyuntura. En otras palabras, actúa como árbitro de disputas entre facciones.
Las consecuencias de errar
El problema es el precio de la frecuencia constante de las discordias. En seis meses de gobierno, la conflictividad es el rasgo más significativo de su administración. A esta hora, Castillo debe estar consciente de que con sus aliados y personal de confianza más cercanos, tampoco las cosas funcionan bien para él. Su liderazgo magisterial no convence a sus primeros socios de Perú Libre, ni a sus aliados de izquierda, quienes le sirvieron para proyectar una mínima imagen de estabilidad y gobernabilidad.
Las pequeñas concesiones a cada uno dentro del gabinete parecen que ya no sostiene el juego. Hoy, la desaprobación de su figura supera el 60 % en todos los segmentos del país, incluyendo en el ámbito rural, las regiones del sur y la sierra en general.
“Entre todos sus aliados parece que la paciencia se agotó”, aseguró Martín Tanaka, investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos en El Comercio.
Familiares en problemas
Además, el presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso, Héctor Ventura, solicitó al procurador de la plenaria, Manuel Peña , procesar a Fray Vásquez Castillo, sobrino del presidente por los presuntos delitos de falsificación de documentos, no contribuir con la administración pública y falsedad genérica.
Vásquez había sido citado por la Comisión de Fiscalización para ahondar sobre por las reuniones irregulares que sostuvo el mandatario en la casa de Breña. A través de un oficio, el familiar de Castillo solicitó reprogramar su citación. Alegó que estaba contagiado de COVID-19 y adjuntó para ello una prueba de laboratorio.
Sin embargo, el Laboratorio GD que avala este resultado tiene una dirección en un predio en alquiler y donde no funciona alguna clínica o establecimiento médico.
Esta es la denuncia constitucional presentada contra Pedro Castillo por traición a la patria.
Después de todo lo leído y visto ayer, este sujeto debería sanamente renunciar y ese gabinete no debería obtener la confianza, es un mamarracho pic.twitter.com/tl4IE3Ztok— Kike Bravo Prado🇵🇪 (@KikeBravoPrado) February 2, 2022