La convulsión del gobierno del presidente izquierdista de Perú, Pedro Castillo, comenzó a un ritmo indetenible. Su ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Béjar, renunció de forma “irrevocable” después de asegurar que el terrorismo en el país lo desató la Marina, en lugar del grupo maoísta Sendero Luminoso. De este modo detonó una conmoción que aviva las probabilidades de una nueva vacancia presidencial en el país que tuvo tres presidentes en una semana el año pasado.
La salida prematura del canciller comprueba que “no existen los días plácidos para Pedro Castillo en el poder y su idea de transformar Perú se va a encontrar con más baches de los que imaginó”, vaticinó El País.
El pronóstico luce reservado a tan solo dos semanas en el poder. Castillo ya se topó con el Ejército, un poder fáctico dentro del Estado que en comunicado público rechazó las acusaciones de Béjar ofrecidas en internet, refiriéndose a los atentados contra embarcaciones pesqueras cubanas en 1977, durante la segunda fase de la dictadura militar, más próxima a Estados Unidos, a diferencia de la primera fase que condujo Juan Velasco, de izquierdas.
#LoÚltimo| La Marina de Guerra rechazó “tajantemente” las expresiones del canciller Héctor Béjar, quien señaló que “el terrorismo en el Perú lo inició la Marina y eso se puede demostrar históricamente y han sido entrenados por la CIA finalmente”. ►https://t.co/cqkC2uLCIX pic.twitter.com/WMfvQEgkAP
— TVPerú Noticias (@noticias_tvperu) August 16, 2021
Béjar hizo la alusión a la Marina mientras comentaba la actuación de agentes de inteligencia y la represión policial contra las manifestaciones juveniles pacíficas en Lima. Este evento causó dos muertos y alrededor de 200 heridos, a mediados de noviembre pasado.
El entonces allegado a Pedro Castillo dejó de lado que el informe final de la Comisión de la Verdad, tras 20 años de violencia responsabiliza al grupo terrorista y maoísta Sendero Luminoso, que estuvo activo desde 1980, del 46 % de las 70000 víctimas. La Federación que las representa se pronunció en Twitter, para calificar como “infelices” sus dichos.
#URGENTE
Comunicado de las Víctimas del Terrorismo en contra de las infelices declaraciones de Canciller Bejar.
Exigimos al presidente @PedroCastilloTe su expulsión inmediata! pic.twitter.com/JALEFKOkA0— FENAVIT (@fenavit) August 17, 2021
Consecuencias a la vista
Nadie sabe en este momento el paradero del maestro que llena sus discursos de generalidades. Su ausencia otorga razón a quienes proyectaron que una vez se posesionara no sabría qué hacer en el cargo y no llegaría a 100 días.
Sus redes sociales enmudecieron frente a lo que sería su primera crisis. En ninguna hay rastros de pronunciamientos o mensajes que apunten a bajar la presión política que pesa sobre su gestión.
Pero en la acera de Castillo huelen las consecuencias de la inestabilidad del gobierno. Jaime Quito, parlamentario de la bancada de Perú Libre, reconoce que el Congreso maneja la vacancia del presidente por la causal de incapacidad moral permanente y ya “hay dos mociones que se están presentado en ese sentido, del tema moral, por poner a Guido Bellido y Héctor Béjar”.
Sabe que “el problema es el Gobierno para los sectores de la oposición”. Eso explica que una de las dos mociones la consignó Avanza País sobre los nombramientos de estos funcionarios -uno en la jefatura de gabinete y otro en el ministerio de relaciones exteriores- y para una fracción de legisladores, eso configuraría una causal para la vacancia sobre la que no ofrecerán tregua.
De hecho, para el vocero de la bancada de Avanza País, José Williams, la salida de Béjar “definitivamente sirve para fortalecer la confianza” pero advierte que “buena parte de la población desea otros cambios mayores dentro del gabinete”.
Y si estos cambios no ocurren el bloque opositor en la Asamblea Nacional conformado por Fuerza Popular, Acción Popular, Alianza para el Progreso, Podemos Perú y Avanza País tiene 70 votos de 130 que se juegan en el hemiciclo para destituir ministro por ministro cuando lo crean necesario.
A pedir confianza
La renuncia de Béjar obliga a Pedro Castillo a encontrar un sustituto que, de responder a un perfil más moderado, allanaría el terreno para la cita del próximo 26 de agosto, cuando el gabinete se presentará ante el parlamento para exponer la política general del Gobierno y solicitar la investidura.
La designación es clave pero tampoco sirve de garantía frente al rechazo que genera el primer ministro, Guido Bellido, un congresista machista y homófobo, imputado por terrorismo por supuestos vínculos con los remanentes de Sendero Luminoso y por lavado de dinero en la presunta financiación ilícita de su campaña.
Esta investigación, que abrió la semana pasada la Fiscalía, también implica a Cerrón y al congresista de Perú Libre Guillermo Bermejo.
Bellido también está siendo procesado por supuesta apología al terrorismo por reivindicar en redes sociales a Edith Lagos, una de las caras famosas de los primeros años de Sendero.
Si Castillo enfrenta un probable rechazo de la plenaria al gabinete de ministros se abriría con ello un nuevo capítulo de agitación política en el país inca donde tan sólo el año pasado desfilaron tres presidentes en una semana tras las disputas entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Lo peor es que la renuncia del canciller añade más incertidumbre a la economía donde la cotización de la moneda peruana, el sol, frente al dólar está en los mínimos históricos: 4 soles por cada divisa norteamericana.