Empapados de agua, descalzos y hambrientos rescataron a los 16 niños venezolanos de alta mar tras su deportación desde Trinidad y Tobago, en condiciones climáticas peligrosas, informó el comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados de Venezuela, David Smolansky.
Los menores de edad junto a nueve mujeres retornaron a Trinidad para exigir protección ante la oficina diplomática de Maduro en la isla.
Después de sobrevivir 48 horas navegando sin tener rastros de la embarcación donde zarparon, “arde en el alma ver a bebés y niñas expulsadas por una tiranía y deportadas por Trinidad”, señaló Smolansky a través de su cuenta en Twitter.
#URGENTE Esta es la primera fe de vida que obtenemos de los 16 niños y todas las personas deportadas. Se están aproximando a Trinidad y Tobago. Las autoridades de la isla deben darle protección y garantizar la reunificación de la familia.
¡Hacerse eco de esto, por favor! pic.twitter.com/nzwQ1o0sIo
— David Smolansky (@dsmolansky) November 24, 2020
Smolansky ante el retorno de los infantes indicó en su cuenta de Twitter, “el gobierno de la isla debe acatar la sentencia del Corte Suprema y actuar según recomendó la Corte Interamericana de los Derechos Humanos y garantizar la protección de los menores y la reunificación con sus familiares”.
Tiranía indiferente
Los padres de los niños desaparecidos denunciaron que el motor del peñero donde los obligaron a abordar se dañó media hora después de salir el domingo, afirmó el represente de la OEA.
El desespero los condujo hasta la sede diplomática de Venezuela en la isla a pedir auxilio pero “se sintieron maltratados, sin respuesta”, señaló Smolansky.
La postura de los funcionarios chavistas “no sorprende” dijo . Y es que a la de éstos, la supera la de Maduro, quien mientras la zozobra consumía a la comunidad internacional, festejaba entre bailes, con mariachis y el merengue de Bonny Cepeda, su cumpleaños 58.
El dictador se mostraba en los jardines del Palacio de Miraflores sin preocupación por los pequeños en el festejo que transmitió por televisión, informó Venezuela Al Día.
La Asamblea Nacional de Venezuela sesionó de forma virtual sobre el hecho y repudió lo ocurrido mientras que Juan Guaidó, presidente interino, lo calificó como una “atrocidad”, reseñó Infoabe.
Una travesura política
Por su parte, el ministro de seguridad nacional de Trinidad y Tobago, Stuart Young, rebajó lo sucedido a una “travesura política”, divulgó Newsday.
Durante una conferencia de prensa este martes en la tarde, Young señaló que hay “una narrativa constante en la arena política sobre fronteras porosas”.
Para él se “está haciendo todo lo posible para proteger a las personas en Trinidad y Tobago y mantener las fronteras cerradas”.
Desestimó que se acuse al gobierno de Keith Rowley como “inhumano” insistiendo que “los venezolanos entran sin visa”.
En su defensa y del primer ministro indicó que “escoltar a las personas a través de las fronteras que intentaron ingresar ilegalmente es protección fronteriza, ya que hay una ley para todos”.
Aseguró que “si un migrante entra a la isla de manera ilegal, inmediatamente se convierte en una persona indeseable, y deberá afrontar consecuencias judiciales”.
Su advertencia fue frontal hacia los venezolanos, a quienes les avisó que “si se descubre que están ayudando a otros de sus connacionales sin documentos en Trinidad, su permiso será revocado y también será deportado”.