Buscando reunificar a la izquierda, el expresidente Evo Morales regresó a Bolivia, seguro de que con el retorno de su partido al poder podrá evadir la larga lista de denuncias en su contra por fraude electoral, terrorismo y hasta pedofilia.
Tras su ingreso al país por la población de Chimoré, Morales anunció que planea relanzar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para enfrentar a la Organización de Estados Americanos (OEA), en un evidente intento de fortalecer nuevamente a la izquierda en la región.
A nivel internacional, la tarea es, hoy, que los pueblos vuelvan a gobernar para integrarnos. Debemos relanzar UNASUR para enfrentar a OEA. Saludo la presencia, en Chimoré, de @ecuarauz, candidato del partido de @MashiRafael y al presidente de @CONAIE_Ecuador, Jaime Vargas. pic.twitter.com/R78YXAIDFV
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 11, 2020
La pretensión contaría “con el apoyo de Bolivia, Argentina, Venezuela, Surinam y Ecuador” para “volver a los tiempos de Néstor Kirchner, de Hugo Chávez, de Lula y de Rafael Correa” reseñó Telesur .
Terreno abonado
Álvaro García Linera, exvicepresidente de Morales lo acompañó en el periplo para llegar a Bolivia. En entrevista con La Tercera admitió que “todo apunta a que estamos ante el inicio de una nueva oleada de gobiernos progresistas y de izquierda en el continente”.
La justicia boliviana facilita el camino. La instancia anuló la orden de detención contra Morales por presuntos delitos de terrorismo, una semana después de la elección de su delfín Luis Arce como nuevo presidente.
El diputado de Creemos, José Carlos Gutiérrez, rechazó la medida. Calificó a Morales como un “criminal y delincuente” que goza de la protección de una “justicia cómplice”, reseñó EjuTv .
Su retorno lo considera una “sombra porque representa un héroe para pocos y un villano para muchos”.
Recuerda que la Fiscalía lo había imputado en julio por delitos de terrorismo y su financiamiento, y pedía su detención preventiva.
La Fiscalía también le había abierto otra causa por supuesto fraude en las elecciones de octubre de 2019, en las que ganó la reelección para un cuarto mandato pero luego fueron anuladas por irregularidades.
A inicios de año, la Fiscalía había pedido a la Interpol emitir una orden de arresto internacional. Su nombre llegó también hasta la Corte Penal Internacional (CPI), en La Haya, por presuntos crímenes de “lesa humanidad”.
Lo más callado
Evo Morales guarda silencio sobre su relación pedófila con Noemí Meneses, una joven de 19 años que ha admitido ante las autoridades una a relación “sentimental” con el exmandatario. La relación habría comenzado cuando Morales estaba en el poder y ella tenía apenas 14 años, según reveló una investigación de OK Diario.
El 20 de agosto, el Gobierno interino de Bolivia formalizó la denuncia penal en su contra por los supuestos delitos de estupro y trata y tráfico de personas, cuyas penas van de seis a 20 años, informó La Razón.
Existen fotografías de Noemí junto a Morales, que los muestra juntos compartiendo comidas, viajes, actividad en un gimnasio y hasta en una cama.
Según un documento policial, se tiene registro de llamadas y mensajes intercambiados con un número en Argentina, supuestamente en poder de Morales.
Jeanine Áñez, quien sustituyó a Morales en la presidencia, calificó los hechos como “abominables” difundió Cambio 16.
La exmandataria consideraba que Morales, quien gobernó desde 2006 hasta 2019, abusó de su poder y “no tiene perdón”. Agregó que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), era cómplice porque estaba al tanto de todo y “lo encubría”.
Complicidad presidencial
Luis Arce está callado. Él aparece retratado junto a Morales y Noemí Meneses en una actividad pública. No sería el único integrante del círculo político de Morales que habría estado en conocimiento de la relación entre ambos.
Sobre el destino de Morales hay indicios. “Si Evo quiere ayudarnos, será muy bienvenido” le adelantó Arce en el programa Newshour de la BBC .
Sus declaraciones develan que los procesos legales en contra de Morales quedarán en el pasado y podrá dedicarse a apuntar su artillería contra la OEA.
La incorporación en la política será discreta. Arce ya da pasos en esa dirección. En su discurso de posesión no mencionó a Morales.
El País supone que lo evitó “por la animadversión que genera en una parte de la población que lo considera un dictador por sus reiterados intentos de reelegirse como gobernante”.