El candidato presidencial de izquierda Gustavo Petro señaló que el expresidente y Senador Álvaro Uribe es uno de los mayores latifundistas improductivos del país, que por tal razón de llegar a la presidencia le compraría (expropiar) la hacienda ‘El Uberrimo’ al expresidente.
Uribe responde
En un video publicado en su cuenta de Twitter, Álvaro Uribe dijo que Gustavo Petro lo quiere expropiar con su culebrita chavista y que lo quiere sacar del sector agropecuario.
“Crecí en el campo. Fui al kínder a caballo. Pasé las vacaciones de juventud de vaquero en fincas de mis abuelos y de mi padre. Agropecuario El Ubérrimo tiene unos suelos fértiles con largos periodos de sequía e inundaciones. No tiene riego, y los acuíferos son salobres, lo que impide utilizarlos para riego”, dijo.
Al mismo tiempo explicó el proceso de fertilización y crianza del ganado que ayuda a la generación de empleo. “Qué peligro, que con amenaza tras amenaza nos vayan llevando en Colombia a la Venezuela de hambre de Chávez”, puntualizó el jefe del partido Centro Democrático.
Cabe destacar que Petro considera que el ganado que Uribe tiene en su finca no puede ser considerado como factor productivo.
“Uribe Vélez tiene tierras fértiles e improductivas”, dijo. Y agregó, que en el caso de que el terrateniente no quiera vender al Estado colombiano “habría una transacción” con una alta carga impositiva y habló del caso japonés como un exitoso ejemplo que superó el feudalismo.
El excandidato a la alcaldía de Bogotá, y ex-Editor Jefe de este medio, Daniel Raisbeck, le dijo a PanAm Post que la fascinación de Petro por expropiar tierras improductivas es rencor y arbitrariedad traducido en un peligro absoluto para Colombia.
“La expropiación es legal en Colombia bajo ciertas circunstancias. Pero nunca un candidato presidencial la había anunciado en campaña y con nombre propio a quién iba a expropiar, con la mentira del precio justo.”
La finca del expresidente ‘El Uberrimo’ ha estado en la mira de varias instituciones del país, entre ellas la Contraloría General de la República que ha investigado la expansión de terreno del predio por una supuesta acumulación de tierras. Con una extensión de 123 mil hectáreas ‘El Uberrimo’ no pasa desapercibido y ahora esta en la lista de Petro de propiedades con fines de expropiación.
“En tierras fértiles, un cultivo en promedio produce cinco puestos de trabajo por hectárea, el aguacate 2,5; el café 1,5 (…) el tener tres vacas en tres mil hectáreas eso es feudalismo”, explicó el candidato de izquierda.
“Compra” de Incauca
A propósito de la polémica desatada hace poco sobre su intención de que el empresario Ardila Lülle le vendiera las tierras de su ingenio azucarero, esgrimiendo que seria un “bonito gesto” para ser entregado a los campesinos, la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia (Asocaña) le dijo a Petro a traves de un informe que es un error querer expropiar a Incauca.
En el documento, la organización señala que la agroindustria de la caña genera 188.000 empleos en 5 departamentos y explica que en los municipios con esa actividad hay mejores índices de calidad de vida y enumera acciones a favor de la educación y el medio ambiente.
Siguiendo los pasos de Chávez
Gustavo Petro ha sido reticente y ha sostenido que no piensa expropiar ningún predio en el país, al contrario, ha explicado que su propuesta económica radica en volver grandes latifundios improductivos en tierras productivas con el fin de entregarlas a los campesinos y producir alimentos e industrializarlos.
Para algunos analistas, este tipo de discurso esconde una soterrada expropiación que el candidato no ha querido aceptar, sino que asegura que el Estado colombiano pagaría por esos terrenos con el fin de alcanzar una soberanía alimentaria.
El presidente Hugo Chávez, por ejemplo, confiscó en Venezuela 2.500 hatos y fundos en 23 estados. Bajo su manto se crearon 10 centrales azucareros, uno de los cuales fue tomado por los trabajadores porque lo habían convertido en un cementerio de vehículos dañados, escribía Elizabeth Fuentes en 2015.
Chávez, en cadena nacional anunciaba que para 2014, la Empresa Socialista Agroecológica “Marisela” que antiguamente era “Hato el frio” expropiado y rebautizado, pretendía multiplicar por dos las cabezas de ganado hasta llegar a la cifra de 32.202, hecho que nunca pasó.
Las cifras oficiales de la ocupación bolivariana de la propiedad privada no se conocen del todo. Al parecer el Estado venezolano con la apuesta de un mejor control de la economía y de poner en producción la tierra ha pasado a ser propietario de 505 empresas que eran privada, según un informe de Transparencia Venezuela.
“Entre 2007 y 2010 el régimen compró empresas que estaban en manos extranjeras (CANTV, Banco de Venezuela, Electricidad de Caracas, empresas de alimentos, mineras, cementeras, petroleras, etc.) por unos 30 mil millones de dólares”, dijo el político venezolano Carlos Tablante.
Proyecto político de Petro es para 10 o más años
Gustavo Petro aseveró este martes en Caracol Radio, que su proyecto político es de largo plazo, pues pretende transformar el país en varios periodos de Gobierno que tomaría al menos 10 años o más tiempo para ejecutarlo.
Cuando se le preguntó cuánto tiempo aspira a estar en la Presidencia respondió que tan solo un periodo presidencial y que lo demás será el producto de acuerdos políticos.
“Aspiro a que con otras fuerzas políticas podamos hacer una gran concertación política al estilo chileno que permita que en una sucesión de gobiernos podamos transitar de una economía extractivista hacia una economía productiva, y de un país violento hacia un país en paz”, indicó Petro.
Sobre la polémica propuesta de la constituyente señaló que él no seguirá en el poder mediante la reforma constitucional, sino que lo hará con otro candidato afín a sus ideales.
“No necesariamente yo. Puede ser otro que represente mis ideas del nuevo modelo de desarrollo político, económico y social; puede ser un liberal, puede ser un conservador”.
Cabe recordar que Hugo Chávez cuando era candidato a la presidencia de Venezuela en entrevista con Jorge Ramos dijo que no iba a perpetuarse en el poder, asegurando que él era un demócrata.
Años después, Chávez ya instituido en el poder sostuvo que quería gobernar 12 años y si no hubiese muerto alcanzaría al menos 21 años como sus homólogos Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua, que rondan estos años y piensan prolongarse por mas tiempo por la vía democrática.