El libro de Todd Seavey de 2016 “Libertarianismo para principiantes” es una introducción reflexiva y accesible al pensamiento libertario, perfecta para alguien que tal vez sienta curiosidad por la filosofía pero nunca haya entendido del todo de qué se trata. Con 200 páginas, el libro es fácil de leer y no demasiado largo, aunque esto no se debe a la falta de contenido. Al contrario, la brevedad se consigue saltándose los soliloquios característicos de tantos otros libros y yendo directamente al grano. Seavy abunda en filosofía e historia, y lo sazona todo con comentarios ingeniosos sobre el gobierno que harían reír hasta al más ardiente estatista.
Resumen
El libro comienza discutiendo los fundamentos del libertarismo. Seavy aclara primero los diversos significados de la palabra “libertario” y explica lo que quiere decir con esa palabra para asegurarse de que todo el mundo está en la misma página desde el principio. A continuación, habla del principio de no agresión y de los delitos sin víctimas, y responde a algunas de las reacciones viscerales que suele tener la gente cuando se le presentan estas ideas por primera vez (reacciones como: “¿Cómo abordaría una sociedad libertaria la drogadicción, los servicios públicos, la atención a los pobres o las empresas imprudentes?”). También dedica un capítulo a la economía de libre mercado, en el que explica por qué los libertarios prefieren el capitalismo del laissez-faire a la regulación y los impuestos estatales.
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La siguiente sección del libro relata la historia del movimiento libertario, desde sus raíces liberales clásicas hasta la actualidad. Seavey presenta al lector a figuras como Adam Smith y John Locke, y luego analiza la influencia de pensadores como Bastiat, Mises, Hayek, Friedman, Rand, Rothbard y Ron Paul.
La sección final del libro es una mezcla de temas interesantes. Hay un capítulo sobre el anarcocapitalismo, la forma más radical de libertarismo. También hay un capítulo titulado “Diez dilemas para los libertarios”, en el que esboza algunas de las cuestiones más difíciles a las que se enfrentan los libertarios, y luego esboza parte de la terminología utilizada en los círculos libertarios y responde a algunas preguntas frecuentes sobre la filosofía.
Algunas reflexiones sobre el libro
Lo primero que me sorprendió del libro es que Seavey es justo con todas las facciones del movimiento libertario, algo que a la mayoría de los libertarios les cuesta hacer. Tanto si habla del georgismo como del objetivismo, del anarcocapitalismo o del libertarismo de izquierdas, lo hace de una forma objetiva que los defensores de esas posturas probablemente aprobarían. Sin embargo, aunque da a cada posición una audiencia justa, también es franco sobre las objeciones que otros plantean a esas posiciones. No rehúye debatir las controversias, pero tampoco toma partido. Se limita a presentar los principales puntos de controversia y deja que el lector se forme su propia opinión.
Otro detalle interesante son las biografías de dos páginas que aparecen repartidas por todo el libro. Seavey las llena de datos interesantes que incluso los libertarios más informados podrían desconocer.
FEE se menciona en parte del libro, concretamente en relación con Leonard Read y su famoso ensayo “Yo, lápiz”. También se menciona en la misma página a “un cuarteto de escritoras en torno a la Segunda Guerra Mundial, a las que a menudo se atribuye el mérito de ayudar a llevar el pensamiento libertario a las masas”. “¿Cuarteto?” Pensé para mis adentros. “Qué raro”. Conocía al famoso trío (Rose Wilder Lane, Isabel Paterson y Ayn Rand) por un artículo de FEE de 2021. Pero a estas tres Seavey añade a Zora Neale Hurston, “cuyas novelas describían de primera mano las penurias de la experiencia negra estadounidense al tiempo que valoraban la autoayuda y la libertad en lugar de las soluciones estatistas”.
Otra sección que destacó fue el análisis de Seavey del movimiento anarquista del siglo XIX, que confirmó muchas sospechas que he tenido sobre la historia del anarquismo.
“Para los lectores del siglo XXI, acostumbrados al modelo político derecha-izquierda, el siglo XIX podría parecer ahora una extraña colección de elementos políticos mezclados, incluso más allá de los anarquistas. Algunos de los movimientos más antigubernamentales de la época eran también anticapitalistas… En ese entorno político mixto, los anarquistas del siglo XIX iban desde los marxistas, que utilizaban las palabras anarquismo y socialismo casi indistintamente, hasta los “anarquistas individualistas”, que a menudo eran firmes defensores de la propiedad y el comercio. Resulta sorprendente, en retrospectiva, cuánto tiempo logró perdurar el anarquismo como coalición de lo que ahora parecen ideas izquierdistas y libertarias divergentes… Todos los radicales parecían, durante varias décadas, estar unidos en su oposición a los Estados existentes sin preocuparse aún de que los propios radicales se dividieran tajantemente una vez desaparecido el Estado.
Es fácil para la mente del siglo XXI olvidar lo novedosas que eran todavía algunas de estas ideas en el siglo XIX y el poco tiempo que había habido para elaborar todos sus detalles e implicaciones”.
Yo añadiría -y el libro lo insinúa en secciones posteriores- que incluso hoy muchas filosofías políticas siguen elaborando las implicaciones de sus principios enunciados. Es fácil olvidar lo nuevas que son nuestras filosofías actuales, históricamente hablando, y lo mucho que siguen desarrollándose en la actualidad.
Aunque la exposición histórica del libro es brillante, algunos lectores pueden encontrar que se hace demasiado hincapié en la historia del movimiento y en los debates “internos” y no lo suficiente en las aplicaciones políticas. Se mencionan las principales cuestiones que preocupan a los libertarios: la guerra, los bancos centrales, las regulaciones, los impuestos, etc., pero no se discute demasiado la posición libertaria en todos estos temas. Sin duda, un análisis político en profundidad no sería adecuado para un libro introductorio, pero explicar ciertos principios clave como el caveat emptor (en español, «cuidado por parte del comprador») y profundizar en las alternativas privadas a la FDA o al Estado del bienestar podría haber hecho el libro más persuasivo para el lector escéptico y más aplicable a temas de interés general.
Pero esto no es más que una pequeña objeción. En general, el libro es una gran lectura que aporta ideas esclarecedoras tanto para los principiantes como para los libertarios veteranos. Todo el mundo aprenderá algo de este libro.
Libertarianismo para principiantes de Todd Seavey se publicó en 2016.
Este artículo fue publicado inicialmente en la Fundación para la Educación Económica.
Patrick Carroll es licenciado en Ingeniería Química por la Universidad de Waterloo y colaborador editorial de la Fundación para la Educación Económica.