
Representantes de Transparencia Internacional en Guatemala, Honduras y otros países de la región aseguran que el combate a la corrupción e impunidad en el Triángulo Norte se ha convertido en una tarea ciudadana ya que no hay voluntad por parte de los Estados miembros.
Y es que hasta ahora las iniciativas que hay en los países centroamericanos pertenecientes al Triángulo Norte que han llevado a tribunales y hasta a la cárcel a presidentes, expresidentes y otros funcionarios, han sido lideradas por organizaciones civiles y no por los gobiernos centrales de esos países.
En la reciente publicación del índice de Percepción de la Corrupción (IPC), los países del Triángulo Norte obtuvieron calificaciones bajas ya que entre un rango de cero a 100, siendo cero el indicador de los países más corruptos, las notas obtenidas por El Salvador, Honduras y Guatemala fueron 36,30 y 28 respectivamente.
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Manfredo Marroquín, delegado de Transparencia Internacional en Guatemala, indica que es preocupante que la lucha contra la corrupción no esté siendo liderada por los gobiernos: “Lamentablemente vemos que los Gobiernos más bien son los epicentros donde se dan los casos de corrupción. La lucha contra la corrupción tiene sus principales fuerzas y energías desde la sociedad civil, desde la prensa independiente, también desde Gobiernos de fuera de la región que están interesados en que nuestros países superen sus problemas estructurales”.
Por otra parte, Carlos Hernández, representante del organismo en Honduras, detalló que en su país es “la ciudadanía siempre dice ‘¿Y en Honduras cuándo?’, nosotros valoramos que en El Salvador por lo menos haya una Sala de lo Constitucional que tiene un prestigio grande, es lo que siempre valoramos y siempre decimos en El Salvador se observa en la sala cierto nivel de independencia que sin duda alguna es la que ha permitido que estos expresidentes estén en juicios”, indicó.
Hernández también agregó: “Son signos que deben de incentivar en la ciudadanía el ejercer la presión. Tenemos que ser claros, el sistema solo va a reaccionar si la ciudadanía no es indiferente, la ciudadanía tiene que mantener constantemente el tema de la corrupción en la agenda pública”.
Respecto a la realidad de El Salvador, Marroquín valoró que en ese país “los casos de corrupción han golpeado a los dos partidos más grandes de este país y vemos con preocupación que pueda haber acuerdos para frenar la lucha contra la corrupción y el combate a la impunidad y que pueda haber retrocesos”.
Fuente: La Prensa Gráfica