Peña Nieto transfirió a Arely Gómez a la Secretaría de la Función Pública para acelerar las transformaciones administrativas del Sistema Nacional Anticorrupción. (Proceso)
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, relevó este martes a la cúpula de la Fiscalía General mientras este país se encuentra en medio de un escándalo por la fuga de Javier Duarte, gobernador con licencia de Veracruz que está acusado del lavado de US$479 millones y asociación ilícita.
La actual Fiscal General Arely Gómez fue sustituida por Raúl Cervantes, expresidente del Senado mexicano sin embargo, este cambio debe ser ratificado en el Parlamento.
Este movimiento ha sido leído por expertos como un intento de reactivar una institución que es de extrema sensibilidad en la lucha contra la corrupción, ya que Cervantes que es militante del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) tendrá que liderar las investigaciones abiertas por enriquecimiento ilícito de los exgobernadores de Veracruz, Quintana Roo y Chuihuahua cuyos resultados están siendo esperados por la sociedad y tendrán repercusión directa en la campaña electoral de su partido.
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Por otro lado, a Arely Gomez no le espera un futuro menos complejo ya que será trasladada a la Secretaría de la Función Pública, que se encuentra sin director desde hace tres meses cuando fuera abandonada por el entonces secretario.
Gómez tendrá a su cargo el acelerar las reformas administrativas del recién creado Sistema Nacional Anticorrupción que atenderá este flagelo que le cuesta anualmente a México un 10 % de su Producto Interno Bruto (PIB).
Concluyo este ciclo, con la certeza de que nuestras instituciones seguirán trabajando en beneficio de todos los mexicanos.
— Arely Gómez González (@ArelyGomezGlz) October 25, 2016
Cervantes es la tercera persona que ocupa el liderazgo de la Fiscalía General de México durante la administración de Peña Nieto ya que el primero en ser removido de esta fue Jesús Murillo Karam quien tenía a su cargo la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y que no pudo más que incrementar el descontento de la población respecto a los pobres resultados durante los cinco meses de su gestión.
Debido a estos antecedentes, la principal misión de Cervantes será darle un mejor rumbo a la Fiscalía General reduciendo las tensiones sobre el caso Ayotzinapa que Gómez tampoco pudo apaciguar, y capturar a Javier Duarte quien al fugarse ha fracturado la ya débil credibilidad gubernamental.
Para lograr su objetivo, Cervantes deberá lograr que sus golpes sean contundentes, aún cuando esto signifique ir contra militantes de su propio partido y “disipar la nube de desconcianza institucional que asfixia a México” según analiza el diario El País.
Fuente: El País