Barbara McClatchie Andrews de 74 años fue encontrada muerta en una carretera al sureste de México. La mujer de origen canadiense se dedicaba a la fotografía prestando sus servicios al prestigioso medio National Geographic, además de exponer su trabajo en países de Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá.
El pasado viernes en horas de la mañana un campesino que se dirigía a su trabajo encontró el cadáver de la ciudadana canadiense. Las autoridades estiman que el cadáver ya llevaba entre 12 y 14 horas en el lugar donde sus victimarios habían dejado el cuerpo.
Según investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), el presunto asesino, es originario del estado de Veracruz y se desempeñaba como chofer de McClatchie.
Las autoridades han comunicado que la necropsia reveló que la causa de muerte de McClatchie fue “asfixia por estrangulamiento” mientras que la principal línea de investigación que se sostiene es el robo.
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“Después de realizar la necropsia de ley, se dio a conocer que el cuerpo corresponde a una mujer de 74 años de edad, extranjera y que al parecer tenía su residencia en esta capital. La FGE ha comenzado la investigación sobre este asunto para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades sobre el mismo”, agregaron las autoridades.
La muerte de McClatchie continúa bajo investigación mientras “el cuerpo de la víctima aún se encuentra en las instalaciones del Servicio Médico Forense de esta corporación, aún no se reportan familiares que reclamen los restos mortales”, indica el comunicado de la FGE.
El medio mexicano Animal Político entrevistó a uno de los trabajadores que laboraba en la galería que la fotógrafa en la ciudad de Mérida. El entrevistado expresó que McClatchie había estado fuera de México por tres meses aproximadamente ya que había viajado a Canadá, y el jueves pasado regresó a Cancún, donde, dijo el empleado, abordaría un autobús que la llevaría a su hogar en Mérida, Yucatán.
“Mi mamá la esperaba como a medianoche del viernes pero ya no llegó. No sabemos que ocurrió. Ya nos vinieron a interrogar y les dijimos lo que sabíamos. Estoy impactado, está muy raro el caso” expresó el que fuera empleado de la ciudadana canadiense.
Fuente: Animal Político