Por: Angelo Flórez de Andrade
Líderes políticos, periodistas y activistas digitales han comentado y analizado sobre la caída de la presidente Dilma Rousseff en Brasil. Vale la pena analizar la veracidad de muchos de los comentarios publicados en internet al respecto del impeachment (proceso de destitución) de la expresidente de Brasil y del Gobierno dirigido por Michel Temer.
En Brasil ocurrió un golpe de Estado
Falso. Si bien es cierto que Dilma Rousseff fue removida de su cargo como presidente de Brasil tiempo antes de que se cumpliera su periodo de gobierno, los procedimientos utilizados para interrumpir el mandato de la expresidente brasilera fueron perfectamente legales.
Se consuma el golpe de Estado en Brasil. Vuelven a decir que no es posible el acceso Pacífico al poder. Sólo el pueblo tendrá la palabra
— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 31, 2016
(AUDIO) Venezuela repudia golpe de Estado contra la presidenta Dilma Rousseff #venezuela #maduro #brasil https://t.co/Cvvb0sjnix #Brasil
— Prensa Presidencial (@PresidencialVen) May 13, 2016
En octubre de 2015 llegó al Congreso brasilero una petición de impeachment contra la mandataria de ese país. Los autores de dicho documento, uno de ellos Hélio Bicudo, cofundador del Partido de los Trabajadores (PT) —partido de Dilma Rousseff—, acusaron a la mandataria de cometer presuntos crímenes de responsabilidad presupuestaria y administrativa.
El artículo 85 de la Constitución federal brasilera de 1988, incluye como crímenes de responsabilidad los actos presidenciales que atenten contra “la existencia de la Unión, el libre ejercicio de los poderes públicos, el ejercicio de los derechos sociales e individuales, la seguridad interna del país, la probidad de la administración, la ley presupuestaria y el cumplimiento de las leyes y de las decisiones judiciales.
Según la petición interpuesta por Bicudo, Rousseff manipuló el presupuesto federal brasilero transfiriendo ilegalmente recursos del Banco de Brasil y de otras instituciones estatales a programas sociales impulsados por el Gobierno brasilero sin la autorización del Congreso. La Ley de Responsabilidad Fiscal de 2000 establece que dichos préstamos son ilegales.
Luego de aceptada la petición de investigación por parte del Tribunal de Cuentas de la Unión, el Congreso brasilero actuó guiado por la ley 1079 de 1950, ley que establece los pasos y mecanismos necesarios para destituir a un presidente de república. En primer lugar, la Cámara de los Diputados (Câmara dos Deputados) votó sobre la posibilidad de que el Senado juzgara políticamente a Dilma: 367 votaron a favor, 137 en contra y 7 abstenciones.
En abril de 2016, Rousseff acudió al Supremo Tribunal Federal con el propósito de detener el proceso de juicio político en su contra, sin embargo, la suprema autoridad judicial del país denegó la petición de la entonces mandataria.
Finalmente, en agosto de 2016, el Senado brasilero juzgó políticamente a Dilma y la encontró culpable: más de dos tercios de los senadores aprobó la destitución de la presidente. Michel Temer, fórmula vicepresidencial de Dilma Rousseff, fue investido entonces como nuevo presidente de Brasil.
El nuevo presidente consolidó una amplia mayoría parlamentaria que incluye fuerzas de derecha, centro e incluso ciertos partidos de izquierda que se oponían al gobierno de Rousseff. Se espera que Temer sea presidente de Brasil hasta el 2018, año en el que se realizarán nuevas elecciones.
Dilma fue removida por robo de dinero público
Falso. Como ya se aclaró anteriormente, el juicio político a Dilma Rousseff está relacionado con crímenes de responsabilidad fiscal, y no con actos ligados a desaparición de dinero público. Ahora bien, algunos de los ministros de Dilma Rousseff y “Lula” Da Silva, y el mismo Lula son investigados por actos de corrupción y lavado de dinero en el caso Lava Jato.
La extrema derecha está detrás del impeachment en Brasil
Simplista. Aunque es cierto que organizaciones sociales de extrema derecha, el partido político heredero de la dictadura militar —el Partido Progressista (PP)— y parlamentarios como el polémico Jair Bolsonaro —quien niega la existencia de una dictadura en Brasil durante los años de régimen militar, se declara abiertamente homofóbico y defiende la tortura como método de interrogación— apoyaron la destitución de la exmandataria brasilera, resulta simplista creer que la destitución de Rousseff fue realizada exclusivamente por la extrema derecha.
Partidos de centro, como el Partido do Movimento Democrático Brasileiro (PMDB) o el Partido Social Liberal, de centro-derecha como el Partido da Social Democracia Brasileira o Democratas, e incluso partidos de centro-izquierda e izquierda como el Partido Democrático Trabalhista (PDT), Partido Popular Socialista (PPS), la mayoría de los el Partido Socialista Brasileiro (PSB) —estos dos últimos partidos, miembros del Foro de São Paulo— apoyaron e impulsaron la destitución de la líder brasileña.
América del Sur otra vez laboratorio de la derecha más extrema. #dilmarousseff
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) August 31, 2016
Irónicamente, el Partido da República (PR) —heredero del derechista y nacionalista Partido de Reedificação da Ordem Nacional (PRONA), Partido de la Reconstrucción del Orden Nacional, cuyo fundador Enéas Carneiro propuso la creación de una bomba nuclear para el Estado brasilero— apoyó la permanencia de Dilma en el poder en Brasil.
La caída de Dilma puede conducir a una crisis institucional que derive en una intervención militar
Improbable. Aunque la cautela y la sorpresa son características de un golpe de Estado exitoso, parece incierto que las Fuerzas Armadas de Brasil planeen una intervención armada.
El golpe militar de 1964 se debe entender en un contexto de Guerra Fría, en una América Latina agobiada por guerrillas marxistas y militares golpistas. Es improbable que un Gobierno militar en Brasil tenga apoyo entre gobiernos vecinos o Estados Unidos.
Finalmente, el Comandante General del Ejército Brasilero, General Villas Boas, ha descartado cualquier tipo de intervención militar o golpe de Estado en el país, respaldando la legitimidad democrática y la ley.
Dilma fue removida del poder por ser de izquierda
Incierto. No existe método para leer las mentes de los diputados que votaron por la destitución de Dilma, aunque es altamente probable que algunos congresistas votaron en contra de la expresidente debido a sus posturas políticas. Sin embargo, como fue dicho anteriormente, el Gobierno de Rousseff fue culpable de un crimen de responsabilidad fiscal y presupuestario, y los procedimientos de la legislación brasilera fueron cumplidos y respetados.
Vale la pena recordar que Brasil lleva siendo gobernado por el centro-izquierda por más de 13 años, y es la primera vez que un gobierno dirigido por el izquierdista PT es removido. También vale la pena destacar que varios de los partidos políticos que apoyaron y promovieron la caída de Rousseff, apoyaron su Gobierno, e incluso apoyaron a “Lula”. El centrista PMDB y el derechista PP fueron miembros de la coalición de Gobierno de Rousseff hasta hace pocos meses.
La presión popular, el altísimo gasto estatal, las dificultades económicas, los escándalos de corrupción, la sed de poder y los cálculos políticos también pueden ser factores que explican la voluntad de la mayoría de los congresistas brasileros de remover a Rousseff del poder.
Es la primera vez que un jefe de Estado en Brasil sufre un juicio político
Falso. La ley 1079 fue creada en 1950 y ha sido aplicada contra un presidente brasileño en por lo menos dos ocasiones más: una en 1954 contra Getúlio Vargas y otra, en 1992 contra Fernando Collor de Mello.
La dictadura militar (1964-1985) interrumpió la posibilidad de seguir aplicando la ley 1079 de 1950, impidiendo que otros presidentes y funcionarios públicos fuesen investigados, juzgados y removidos de su cargo.
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Dilma es la primer presidente de Brasil en sufrir un proceso de destitución
Falso. Mientras que el juicio político contra Getúlio Vargas en 1954 no terminó con la caída del Gobierno de este —aunque el periodo presidencial de Vargas fue interrumpido debido a su suicidio—, el presidente Fernando Collor de Mello fue juzgado y depuesto mediante los mecanismos legales dispuestos en las leyes brasileras.
El gobierno de Temer es corrupto
Incierto. Está en manos de la justicia brasilera evaluar si el Gobierno de Temer es o no corrupto, pero 11 de los 24 ministros nominados inicialmente por Temer están siendo investigados por corrupción. El mismo Temer está siendo investigado por su presunta participación en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras. Actualmente cursan varias peticiones de impeachment en contra del presidente Temer.
Angelo Flórez de Andrade es internacionalista de la Universidad del Rosario con estudios de Maestría en Ciencia Política de la Universidad de Gotemburgo. Ha sido profesor en varias instituciones educativas de Colombia, síguelo en @Aflorezdeandrad