EnglishAlrededor del mundo, y especialmente en Argentina, los libertarios son virtualmente huérfanos políticos. Ningún político, en ninguna nación sudamericana se atrevería a presentar una plataforma liberal.
Hasta Mauricio Macri, el candidato opositor y favorito a ganarle al oficialista Daniel Scioli el próximo 22 de noviembre, está lejos de incorporar una retórica liberal en sus discursos.
Entonces, ¿por qué los liberales argentinos lo están apoyando, algo de lo que fui testigo recientemente?
Un argumento común compartido por el público en general es que cualquier candidato que no sea el apuntado por la presidente Kirchner elevará los estándares de vida de todos los argentinos.
Sin embargo, decidí verificar si ese argumento podía compartirse entre los liberales. Estuve esta semana en un evento liberal y les pregunté a los presentes si votarían (o no) por Macri y por qué.
El lunes 2, la Red por la Libertad —una agrupación que reúne unas 20 ONG de distintas partes de Argentina— organizó el Primer Congreso Nacional: La Agenda Liberal en Buenos Aires.
Liberales de todos los rincones de Argentina se juntaron para debatir sobre si el liberalismo triunfa o fracasa en el mundo, la diferencias entre el relato populista y el discurso liberal y si la economía de mercado avanza o retrocede en América Latina. Entre los oradores destacados estuvieron el exministro de economía Ricardo López Murphy, el periodista Pablo Rossi, el economista Javier Milei y el escritor chileno Mauricio Rojas.
La mejor opción
Para el empresario Gustavo Lazzari, Macri es la mejor alternativa política. La opositora coalición Cambiemos va a allanar un futuro prometedor y próspero para Argentina, argumenta.
“Cuando se cae un muro yo no ando preguntando quién lo derribó. La prioridad es derrotar a los kirchneristas. Cuando hayamos hecho eso, entonces nos podremos enfocar en los detalles. Hubiera votado a Nicolás del Caño (del Frente de Izquierda) si hubiera llegado al balotaje”.
Lazzari describió a los kirchneristas como un movimiento “de odio”.
Por su parte, Gonzalo Blousson, excandidato a legislador porteño por el Partido Liberal Libertario y ahora emprendedor de la tecnología del blockchain aseguró que votará a Macri en segunda vuelta; pero no porque Macri represente los valores liberales o porque su administración adoptará políticas liberales, sino por que “lo primero es recuperar la República”.
Votar por Macri es, para Blousson, el primer paso “para que los argentinos puedan empezar a hablar y entender los beneficios de una sociedad libre”.
Piensa, también, que la mejor manera de enfrentar el aparato propagandístico del gobierno de Kirchner es con humor e ironía.
Por otro lado, Alan Schamber, quien está haciendo una campaña activa por Macri cree —al igual que lo que propuso Edmund Burke siglos atrás— que una sociedad debe realizar cambios graduales.
Los argentinos tienen miedo y aún quieren un Estado paternalista, explica. “No están buscando libertad en este momento”, sostiene. Por eso es que la transformación debería venir en la forma de educación y consolidando el principio de igualdad ante la ley.
Federico Lazzari, de Buenos Aires, admitió que él no votó por Macri en la primera vuelta el 25 de octubre, pero que esta vez lo hará: “Creo que es importante destruir cualquier vestigio de populismo que queda en el país. Necesitamos un cambio y Macri tiene un gran desafío por delante”.
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El mal necesario
Ninguna de las personas con las que conversé aseguró que votaría en contra de Macri. La verdad es que los argentinos nunca han tenido un político como Ron Paul y están lejos de realmente entender los beneficios de una sociedad libre.
La mayoría de ellos confunde aún hoy la idea de Gobierno limitado y mercados libres —lo llama neoliberalismo— con mercantilismo y capitalismo de amigos.
Si tuviéramos que clasificar a Macri en algún lado del Test de Nolan —un simple diagrama del espectro político— seguramente se encontraría en el límite entre el “centro” y el “socialismo”.
Los panelistas del evento liberal coincidieron que a pesar de sus debilidades, la elección de Macri como presidente es el primer paso para restaurar la República y el Estado de derecho en Argentina.
Y lo mismo pienso yo.