EnglishContinúan las repercusiones relativas a la carta que escribió el jefe de Estado de Irán, el ayatolá Seyyed All Khamenei, a los jóvenes norteamericanos y europeos, instándolos que “repiensen qué es realmente la religión islámica” y a invitarlos “a descreer de los medios de comunicación occidentales”.
La misiva, publicada el 21 de enero, exhortó a la juventud occidental a “tomar acción sobre la información incorrecta que presentan sobre el islam los distintos medios”. Les insta “a no juzgar a los musulmanes por los últimos actos de violencia sucedidos en Francia”.
Sobre esto, se pronunció Kenneth Nichols O’Keefe, un exmarine de Estados Unidos, quien le comentó a la agencia de noticias Tasnim, el 15 de marzo, que la carta era “un paso muy positivo” de parte del líder supremo del Estado religioso iraní.
“Sé como hijo nacido en Estados Unidos que el pueblo iraní y el liderazgo iraní están siendo villanizados enormemente”, expresó O’Keefe.
Añadió que era “muy sabio e importante” intentar llegar a la juventud sin intermediarios, “porque estas instituciones están corrompiendo la información”.
“[La carta] Tiene la capacidad de eliminar realmente las mentiras, hablando directamente del uno al otro”, destacó.
Qué dice la carta
El ayatolá se dirigió a los jóvenes porque, según explica, “serán los responsables de las políticas del futuro”.
“No me dirijo [con esta carta] a sus políticos y hombres de Estado, porque creo que han separado conscientemente la ruta de la política de la senda de la justicia y la verdad”, expresó al comienzo del documento.
Para el religioso, la “provocación de un sentimiento de odio tiene, por desgracia, una larga trayectoria en la historia política de Occidente”. Hoy, insiste, “el islam se convirtió en el foco de políticas intensas contra el islamismo”.
El ayatolá hizo en su carta dos pedidos especificos: El primero es “estudiar los posibles incentivos detrás de la falsificacion de la imagen del islam”. El segundo fue “incentivar a la juventud a que investigue con textos de primera mano la religión islámica”.
Arwa Jabr, una jordana musulmana residente en Arabia Saudita, comentó a PanAm Post que la carta tiene “perfecto sentido” ya que para ella, la mayoría de los jóvenes occidentales odia a los islamitas.
Explica que ella lo vivió en carne propia cuando estuvo en Europa y que hasta sintió peligro por cubrirse la cabeza, como manda su religión.
“Culpo a los medios de ocmunicación por publicar todas las ideas incorrectas y falsas sobre el islam en la mente occidental. Solo cubren noticias cuando los musulmanes son los que hacen [los ataques]”, expresó.
Además aseguro que muchos occidentales no saben diferenciar lo árabe de lo musulmán, ni la cultura política de un país de la religión.
“El profeta Mahoma nos ordenó ser amables con nuestros vecinos, incluso en guerras no nos es permitido matar a mujeres, niños, ni personas mayores. Tampoco talar árboles… Pero por desgracia el mundo occidental no ve estas cosas”, manifestó.
¿Por qué ahora?
Joanna Works, editor y fundadora de Baptistas para la Libertad, un podcast y blog de Michigan, Estados Unidos, le expresó a PanAm Post que es muy interesante que se haya abierto un canal de comunicación entre Irán y Estados Unidos luego de más de tres décadas. Sin embargo, alertó sobre el momento de publicación de dicha carta. “¿Por qué ahora?”, se pregunta. “Podría haber buscado el dialogo hace diez años”.
En cuanto a por qué el islam está en la mira de los medios de comunicación y la agenda política, Works resaltó que tener un enemigo en común une a las masas, y que el islam encaja perfecto para enlazar las culturas occidentales, antes divididas; especialmente en el caso de aquellos progresistas que se sienten ofendidos por el tratamiento que el mundo musulmán tiene hacia las mujeres.
“Últimamente, las figuras públicas son a menudo poco sinceras y manipuladoras con sus declaraciones públicas. Aunque creo que vale la pena la lectura de esta carta, también imploro que, al leerla, jóvenes y no tanto, por igual, la tomen con mucho cuidado e investiguen por ustedes mismos la historia y cadena de eventos a los que él (Jamenei) alude”, concluyó.