Varios políticos de la izquierda colombiana sostuvieron una misteriosa reunión este miércoles en Bogotá. Sin respetar el distanciamiento social que se exige a la ciudadanía, los dirigentes políticos disfrutaron de un cena en algún restaurante de la ciudad, mientras las cuarentenas y restricciones a los comercios impiden que los ciudadanos compartan con familiares o amigos de igual manera. Pero la polémica no queda ahí. Entre los asistentes estaba el congresista León Fredy Muñoz, acusado por la Corte Suprema por el delito de narcotráfico; así como un fiscal de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
También se encontraba el senador Roy Barreras, quien renunció al partido del expresidente Juan Manuel Santos para acercarse a movimientos de extrema izquierda. Junto con ellos estaban el también senador Gustavo Bolívar, mano derecha del excandidato presidencial, Gustavo Petro, y del senador Iván Cepeda, defensor de los acuerdos de paz con el grupo terrorista FARC.
Pero la mayor intriga la generó la asistencia de Giovanni Álvarez Santoyo, director de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), según la información y la fotografía que divulgó en Twitter el periodista Gustavo Rugeles.
Dato: En esta foto que circuló ayer en redes también aparece el fiscal de la JEP @JEP_Colombia @UIA_JEP Giovanny Alvarez Santoyo en cena con @IvanCepedaCast @GustavoBolivar @RoyBarreras y el congresista verde acusado de narcotráfico @LeonFredyM compañero de @PizarroMariaJo pic.twitter.com/ewXctOTdaX
— Gustavo Rugeles (@GustavoRugeles) January 7, 2021
La JEP ha sido duramente criticada por favorecer a los criminales de lesa humanidad de las FARC y por ayudar a mantenerlos en el Congreso impunemente. Pero lo más delicado es el movimiento político que se teje alrededor del fiscal de la JEP.
Más preguntas que respuestas
El año pasado surgió un escándalo que involucraba a Carlos Bermeo, subordinado del funcionario de la JEP. Bermeo fue capturado por la Fiscalía general acusado de recibir sobornos para beneficiar al narcoterrorista Jesús Santrich.
En su momento, la presidente de la JEP, Patricia Linares, manifestó que la entidad que ella dirige tiene tres componentes, entre los que está la Unidad de Investigación a cargo de Álvarez. Explicó que la UIA “es absolutamente autónoma e independiente (…) incluye la elección y nombramiento de sus funcionarios.”
“No solo es el jefe sino el nominador, él selecciona y nombra a todos los fiscales (…) hay que subrayar el marco ético, y que proceda la desvinculación de esta persona (Bermeo). No tengo la potestad para proceder (…) quien es responsable es el doctor Giovanni Álvarez Santoyo”, expresó Linares. Lo que lleva a preguntarse ¿cuál fue el motivo de Álvarez para contratar a Bermeo?
Han pasado cinco años desde que los colombianos rechazaron en un plebiscito los acuerdos de La Habana y de su implementación por parte de Santos contra la voluntad de la mayoría. La JEP no ha logrado una sola condena contra los miembros de esta narcoguerrilla y tampoco ha conseguido que reparen a sus víctimas.
Álvarez nuevamente genera dudas con su participación en esta reunión política. Primero, porque representa a una institución encargada de investigar y acusar a los más grandes criminales de la historia colombiana, pero pasados 5 años no ha logrado una sola condena. Segundo, uno de sus subordinados recibió sobornos para ayudar a Jesús Santrcih. Tercero, participa en reuniones con los máximos exponentes de la izquierda en Colombia y que en varias ocasiones se han mostrado a favor de la impunidad de las FARC.