
En los últimos días en El Salvador la violencia de las maras —pandillas criminales— está siendo enfocada a los policías y militares. Durante la última semana han sido asesinados tres policías en su momento de licencia —fuera del horario de trabajo—. Las autoridades de seguridad de El Salvador consideran que son ataques planeados. Según Howard Cotto, director de la Policía Nacional Civil (PNC), las investigaciones preliminares apuntan a que “pareciera ser una acción deliberada y consciente para atacar a miembros de la institución por su condición de ser policías”.
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Así mismo Howard Cotto, informó a los medios salvadoreños que un pastor cristiano-evangélico y su hermano fueron detenidos por estar relacionados con asesinatos de policías. “Un pastor fue llamado por pandilleros de La Campanera para que fuese quien transportara en su vehículo los restos del agente policial”, declaró Cotto.
Tendencia en aumento
En lo que va del 2017 once policías han sido asesinados, dos miembros de la fuerza armada y un custodio carcelario. El ministro de Justicia y Seguridad Pública, comisionado Mauricio Ramírez Landaverde, considera que estos ataques son debidos a una amenaza que ha tenido la Policía desde hace varios años. “Hemos tenido entonces 13 servidores públicos que han sido víctimas producto de esta amenaza”, explicó a los medios salvadoreños.
“Nosotros hemos estado recibiendo por todos los medios las recomendaciones (de seguridad), pero cuando andamos de licencia somos vulnerables y somos una presa fácil”, dijo un oficial de servicio de la PNC. Sobre su compañero asesinado el mismo agente recalcó: “Mucho se exponía y era saliendo de licencia y se iba a lugares frecuentados por pandilleros; nosotros le decíamos que no anduviera regalando y él siempre nos decía: no, si yo tengo cheros —amigos— . Y nosotros le decíamos cuando dan la orden dan la orden”.
Durante 2016 fueron asesinados 47 agentes policiales, la mayoría de ellos al encontrarse de licencia. Entre 2011 y 2016 han sido 303 miembros de la policía los que han sido asesinados y un 63.7 % de ellos murieron en manos de pandillas. El Salvador es uno de los países más peligrosos del mundo con tasas de 103 y 81.7 homicidios por cada 100,000 habitantes en 2015 y 2016, respectivamente.
Fuentes: El Diario de Hoy, La Prensa Gráfica.