El presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó el lunes emergencia nacional después de que se registrara la peor crisis de agua y sequía en los últimos 25 años.
Esta medida ha llevado al país a sufrir extensos cortes de agua por lo menos en siete de sus diez principales ciudades, como La Paz.
En una reunión en la sede principal presidencial, Morales dijo: “Hemos aprobado en el gabinete de ministros un decreto” con “el objeto de declarar situación de emergencia nacional, debido a la presencia de sequía y déficit hídrico en diferentes regiones del país”.
A través del decreto 2987, las empresas deberán apoyar por esta crisis y permitirá al ejecutivo, a las alcaldías y a las gobernaciones regionales la movilización de recursos económicos para “atender un derecho humano”, como el agua.
Además, se estableció que el Ministerio de Educación adelantara el cierre escolar en La Paz, Potosí y Chuquisaca.
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Los cortes del suministro se estarán extendiendo a más sectores de la ciudad capital y se reducirá el tiempo de distribución; cada 3 días por 3 horas, indicó EPSAS, la empresa pública estatal de agua y saneamiento.
Otros barrios tienen la opción de abastecerse con cisternas y camiones que facilitaron la alcaldía de La Paz y EPSAS.
Esta crisis ha llevado a los habitantes a protestar en las calles, cerrando las vías y en algunos pequeños sectores hubo amenazas de enfrentamientos entre campesinos y mineros en Potosí, que utilizan el agua para el riego y sus ingenios.
Por otro lado, el Colégio Médico de La Paz advirtió que no se consuma directamente el líquido sinó que se filtre y luego se hierva.
Fuente: El Deber