EnglishPor Jorge Colindres
Después de 17 días de haberse tomado la Universidad Nacional Autónoma del Valle de Sula, intimidando a los estudiantes para sacarlos de clase y cerrando las aulas con candado, la Federación de Asociaciones Estudiantiles (FAE) y el Movimiento Estudiantil Revolucionario Lorenzo Zelaya (MER-LZ), grupos estudiantiles marxistas, nuevamente volvieron a amenazar con otra toma. Convocaron a una “Asamblea Estudiantil” el 5 de noviembre para decidir si volvían a secuestrar la universidad.
Pero por primera vez desde principios de los años 90, un movimiento estudiantil sin nexos a ningún partido político se sobrepuso al amedrentamiento y los insultos para alzar su voz y oponerse enfáticamente y de frente para hacer valer su derecho y no permitir que unos pocos estudiantes clausuraran la universidad con amenazas y candados.
La filial hondureña de Estudiantes por la Libertad (EsLibertad) tiene miembros dentro de la Carrera de Economía de la UNAH-VS, y desde que vimos el anuncio en el que la MER-LZ y la FAE convocaban a una nueva asamblea, decidimos que esta vez todo el equipo iría a apoyar a nuestros compañeros de Economía y a todo estudiante que se opusiera a una nueva toma.
La movilización a favor de la toma estaba programada para las 15:00 y la Asamblea para decidir si había toma o no sería a las 16:30, pero a las 15:20 miembros de EsLibertad que estudian en la universidad empezaron a enviarnos imágenes mostrando cómo los miembros de MER-LZ y la FAE estaban sacando a los estudiantes de clases usando megáfonos y parlantes y cerrando los edificios con cadenas y candado.
Fue en ese momento cuando decidimos transportarnos a la universidad, en donde lo primero que hicimos fue ponernos a la orden de las autoridades universitarias, indicándoles que todos los que tuvieran pins de EsLibertad estábamos para ayudarlos a mantener abierto el campus.
Los primeros en llegar, aparte de mi persona, fueron y Rocío Zaldívar, Oscar Sagastume y Christian Betancourt, estos últimos dos —autorizados por las autoridades universitarias— salieron de la universidad para comprar una tenaza y romper los candados que privaban el acceso a las aulas de clase.
Rápidamente nos encontramos con José Ortega, quien fue el primer estudiante en toda la universidad en pronunciarse públicamente en contra de la toma cuando creó el grupo en Facebook “Queremos ir a clases UNAH-VS”. Juntos nos coordinamos para encontrar estudiantes que se opusieran a la toma y los invitamos a que se quedaran con nosotros para que nos pronunciemos en la Asamblea.
Francisco Herrera, director de la UNAH-VS, habló con los estudiantes que sí querían ir a clases, instándoles a que no dejaran que su periodo académico peligrara por una nueva toma. Los dirigentes del MER-LZ le quitaron el micrófono, pero nosotros le instamos a que siguiera hablando a viva voz y nos acercamos para escucharlo.
Cuando los estudiantes del FAE y el MER-LZ que habían estado marchando en la calle regresaron a la UNAH-VS, iniciaron la “Asamblea” con cánticos y gritos antes de comenzar a entonar el himno nacional de Honduras con su puño izquierdo alzado. A medida que eso transcurría, más y más personas que decidieron quedarse para hacer escuchar su voz, nos pedían pins de EsLibertad hasta agotarlos.
Una vez que estábamos todos juntos, más de 200 estudiantes iniciamos a gritar la consigna “¡Queremos clases, queremos clases!”, momento en el que se sintió el silencio incrédulo de todos los demás estudiantes, quienes nunca se habían enfrentado a una oposición que no proviniera de las autoridades universitarias.
Christian Betancourt gestionó para que nos prestaran el micrófono y poder así pronunciarnos en la Asamblea. Reunimos a los estudiantes de Medicina que querían hablar, ya que ellos serían los más afectados si se cancelaba el periodo universitario por la toma. Subimos a la tarima con los estudiantes de Medicina, pero estando en el podio los que dirigían la Asamblea se negaron a dejarnos hablar. El dirigente del MER-LZ que sostenía el micrófono decía que quienes tuvieran más gente decidirían si habría toma o no, mientras la turba gritaba “¡toma, toma, toma!”
Estos fueron los momentos más tensos de toda la noche, llegando a haber empujones y gritos entre ambos grupos, pero siempre surgió un individuo de uno u otro parte que llamó a la calma. No obstante, Azucena Paredes, estudiante de Economía de la UNAH-VS y miembro de EsLibertad Honduras fue soezmente insultada y empujada al punto de casi ser arrojada de la tarima.
Quienes son un verdadero orgullo son los estudiantes que acudieron al llamado […] para hacerle saber al resto de la población universitaria que ya no tolerarán más tomas violentas en la universidad pública de Honduras.
Poco a poco la Asamblea se fue disolviendo a medida que los miembros de EsLibertad y estudiantes de diversas carreras de la UNAH-VS enunciábamos cánticos con más y más fuerza, exigiendo que no se tomaran la Universidad y que nos dejaran pronunciarnos en el podio. Al irse desmantelando la congregación, el dirigente del MER-LZ Marcos Rubí, quien tiene un proceso penal abierto en su contra por la toma ilegal de las instalaciones universitarias, vino a conversar con nosotros.
Tras aproximadamente 40 minutos de discutir, Rubí se disculpó por haber sacado de clase a los estudiantes y se comprometió públicamente a no volver a tomarse la universidad por lo que reste del periodo universitario.
Estudiantes por la Libertad fue el destaque ese día en la UNAH-VS. Sin embargo, quienes son un verdadero orgullo son los estudiantes que acudieron al llamado, y que a pesar de temer por su seguridad física, se quedaron para hacerle saber al resto de la población universitaria que ya no se tolerarán más tomas violentas en la universidad pública de Honduras.
Jorge Colindres es analista legal de la Fundación Eléutera y Coordinador Local de Estudiantes por la Libertad Honduras.