Ayer, el gobierno argentino, encabezado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, organizó un masivo festejo recordando los 30 años desde la vuelta de la democracia al país. El 10 de diciembre de 1983, la Junta Militar entregaba el mando al nuevo Presidente elegido en las urnas, Raúl Alfonsín. La fecha inicia un nuevo capítulo en la historia política argentina. Desde ese momento, la voluntad del pueblo ha elegido a Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando De la Rúa, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner como sus gobernantes.
Sin embargo, los festejos fueron ampliamente cuestionados. La presidente dio un discurso al país en honor a la fecha, y aprovechó la ocasión para decir que la difícil situación que atraviesa Argentina es culpa de los grupos que solo quieren generar desestabilización en el país. Es decir, con un discurso cada vez más madurista para explicar los problemas, en vez de asumirlos, aseguró que son ciertos grupos políticos los que generan el caos en Argentina porque “no están contentos” con 30 años de democracia.
Dejemos de lado las discusiones sobre las causas de los saqueos y la incertidumbre que reina en el interior. Dejemos también de lado el hecho de que en la crisis del 2001, los saqueadores contaron con el apoyo de todos los grupos peronistas, porque al que había que voltear era a un radical, no como hoy en día (en otras palabras, a De La Rúa lo sacamos por mucho menos). Concentrémonos en la imagen democrática que se transmitió con la fiesta.
O en lo que se quiso transmitir.
Éste era el escenario después del discurso de Cristina:

Moria Casán y su hija Sofía Gala; Nancy Duplaá y Pablo Echarri; farándula. Personas de la televisión, artistas. ¿A ellos les debemos 30 años de democracia?
Son ciudadanos argentinos que sí, participaron de la recuperación de la democracia. Todos los argentinos formamos parte de este proceso, porque no es una decisión unilateral de la clase política. Pero, ¿y los actores políticos? ¿Los que se involucraron hasta personalmente en la recuperación? ¿Los que durante 30 años contribuyeron con su trabajo a que solo las urnas sean la forma de dirimir nuestros problemas, y no los golpes?
Muchos responderán que el enfrentamiento con el gobierno es tal, que no se hicieron presentes a pesar de la amplia convocatoria al festejo. Un gobierno que desde los comienzos, se caracterizó por la actitud confrontativa, no podía esperar otra cosa. Es un gobierno que después de diez años, ya llegó al punto de no retorno en su relación con el resto de los actores políticos.
El gobierno de CFK festejó solo el regreso a las urnas, la democracia en su sentido más estricto. No festejó el diálogo, porque nunca estuvo dispuesto a mantenerlo. No festejó el debate, porque jamás dio ninguno. No celebró la tolerancia, porque desde el discurso solo ataca al que piensa distinto. No conmemoró la libertad, porque es un valor inexistente en su discurso, en sus acciones y en su escala de valores.
Como bien destacó la presidenta, muchos murieron para que hoy tengamos democracia. Quizás habría que preguntarse si ésta es la democracia por la que dieron sus vidas.