Es ampliamente conocida la militancia santista en las izquierdas, inclusive extremas, y cuando hablo de santista no me refiero a los seguidores de Santos necesariamente, sino a la familia Santos, y por supuesto, al expresidente Juan Manuel Santos.
No solo eso, si hay alguien en el país que, por sus posiciones acomodadas y oportunistas, permite entender que hay que estar atentos a las seis caras del dado, cada vez que lo lanza en una de sus jugadas, es la de este expresidente.
Por tanto, y sobre todo con el entuerto de La Habana que armó el binomio Santos-FARC, es curioso lo que publica este miércoles la agencia EFE: “La desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) planeó atentar contra la vida del expresidente Juan Manuel Santos al iniciar los diálogos que desembocaron en la firma del acuerdo de paz de 2016”.
La JEP viene siendo usada para generar estos golpes mediáticos que pueden confundir al ciudadano de a pie y sobre todo a los estudiantes que están siendo manipulados de manera feroz por las “nuevas izquierdas” que se muestran como vegetarianas (amables), pero que realmente todo lo que tocan, pretenden corromperlo. (En Colombia han avanzado como nunca con la farándula, con el caballito del discurso de la paz, solo por dar un ejemplo).
Imagínense ustedes poner a Juan Manuel Santos hoy en día como víctima. El chiste se cuenta solo para un tahúr que hasta por las mismas izquierdas es señalado de ser la encarnación del oportunismo.
En el libro Santos, el jugador, escrito por un militante de izquierda, se narra cómo el expresidente usó su posición en el diario El Tiempo, como columnista para alabar o atacar al gobierno de su amigo Samper según le conviniera. (pág. 101).
Cómo actúa Santos y cómo es el pueblo colombiano
En el mundo de Juan Manuel Santos no existen los amigos, existen las conveniencias personales y las apariencias para lograrlas. Algo muy distinto de la civilización cristiana que piensa lo mejor de los demás y que busca a su vez hacerle bien al prójimo. Eso no existe en los socialistas fabianos, ala del socialismo practicada por Juan Manuel que consiste en avanzar en la aplicación de los principios del socialismo mediante reformas graduales.
Tal cual lo que ha hecho Juan Manuel Santos, no durante sus periodos presidenciales, sino durante toda su vida. Pero su principal escultura de este proceso ha sido la JEP.
Otro ejemplo del pretendido cambio de imagen lavándola en la JEP
Curiosas declaraciones de Timochenko en la JEP, donde libra de toda culpa a quien apuntaban todas las miradas en el caso del crimen del catedrático y político Álvaro Gómez Hurtado. Curioso que Samper, protagonista por ese entonces de todos los señalamientos haya resultado hace muy poco en el congreso de las FARC, llamándose “camarada” con todos los subversivos.
Casi que parece una tarea de matemáticas de un niño:
Samper, amigo de las FARC, Samper acusado del magnicidio de Gómez Hurtado, Samper en el congreso de las FARC llamándose camarada de tu a tu, Samper “absuelto de toda culpa” en el marco de un tribunal comunista que fue diseñado por Santos para crear total impunidad para las FARC y sus amigos.
El triángulo de la muerte a Colombia en manos del comunismo
Con un agravante, no solo la JEP es un tribunal para la impunidad de las FARC, sino que la rama judicial transversalmente está en manos del comunismo, en Colombia hay una dictadura judicial comunista hace décadas, fruto de ello, ni Santos con Odebrecht, ni Petro con lo que le hizo a Bogotá, ni Cepeda con sus montajes, ni Claudia López con todo el daño que le va a hacer en su período a Bogotá, tendrán ningún problema, todos, absolutamente todos tendrán total impunidad, así esta definido, así esta marcado el rumbo de la nación.
¿Qué hacer?
Ejemplos como la Federalist Society en los Estados Unidos replicados en nuestros países latinoamericanos podrían algún día hacerle frente a esta rama judicial completamente pervertida y pervertidora.
Amanecerá y veremos si Colombia despierta a los falsos cantos de sirena de la paz, y al tribunal que sembrará de comunismo a la patria: la JEP.