Mientras los venezolanos no cuentan con un acceso digno a los centros de salud públicos, el régimen de Nicolás Maduro decidió acondicionar unos “centros VIP” solo para el chavismo de alto rango.
Se trata de un área en el hospital de Coche y el “hospitalito de Fuerte Tiuna” que solo prestan servicios a miembros de la Fuerza Armada de Venezuela, políticos de alto nivel y funcionarios del ilegítimo tren Ejecutivo de la tiranía.
En entrevista para el PanAm Post, el médico y diputado opositor José Manuel Olivares, quien hace seguimiento constante a la situación de la pandemia en Venezuela, informó que el Hospital de Coche en Caracas «es solo para un tipo de militares de alto rango, en el Hospitalito de Fuerte Tiuna se atienden solo los enchufados y a los funcionarios platinum VIP, que son los cercanos a Maduro, les acondicionan sus casas para atender el COVID-19»:
Pareciera que para Nicolás Maduro hay varios tipos de venezolanos, y solo los cercanos a él son los que tienen acceso a la atención de calidad.
Olivares recordó que «Tucupita no tiene terapia intensiva, no hay ambulancias, no hay gasolina y así se han muerto varios venezolanos. ¿Cuál es la diferencia de esos venezolanos con un ministro de Maduro que puede acudir a una zona VIP del Hospitalito de Fuerte Tiuna, o le montan una terapia intensiva en su casa? ¿Por qué no es para todos igual?», denunció.
La denuncia del diputado no es de sorprender, pues en el marco del coronavirus en Venezuela el régimen de Maduro también se ha dedicado a traficar sus influencias al punto de obligar al Instituto Nacional de Higiene (INH) a procesar diariamente 500 pruebas solo para el círculo de la tiranía.
De acuerdo con una fuente del INH, Maduro acapara entre 300 y 500 muestras diarias a las que le llaman «lista prioridad». El personal del INH debe procesarlas en cuanto llegan al laboratorio, sin importar cuántos venezolanos en el país están a la espera de sus resultados, retrasando el proceso.
Los ministros, viceministros, la Vicepresidencia, la Presidencia, la Guardia Nacional y familiares se toman muestras constantemente y quieren los resultados lo antes posible.
La fuente explicó que todos los días hay listas prioridades que no solo retrasan el proceso, sino que restringen el diagnóstico, hacen que se pierdan las estadísticas epidemiológicas y se dificulte la vigilancia del avance del virus en el país.
«Por ejemplo, llegan unas 60 muestras de Presidencia, en otra oportunidad llegaron unas 100 de VTV, muchas de militares. Esto disminuye nuestro trabajo, el personal pierde tiempo en buscar y preparar las muestras para ser procesadas, disminuye la productividad diaria porque estamos todos los días atendiendo las listas prioridades», agregó.
«Se dañan los datos epidemiológicos porque si procesamos 20 a 25 % de muestras de ellos diarias y son 2 000 muestras procesadas a nivel nacional, quiere decir que ese porcentaje está enfocado en la región capital. Obviamente la cantidad de casos en Caracas va a ser mayor porque se están procesando mucho más muestras en la capital, mientras se están dejando de hacer diagnósticos en otros estados (…) Entonces no es posible ver cómo va avanzando el virus; no se está haciendo la vigilancia epidemiológica de manera correcta», sentenció.
Las cifras verdaderas duplican las oficiales
La noche de este lunes 10 de agosto el régimen de Maduro anunció seis fallecidos y un récord de 995 nuevos contagios de coronavirus. Sin embargo, las cifras tanto de muertes como de casos positivos duplica la oficial. De acuerdo Olivares, mientras el régimen reporta solo 223 fallecidos, el número real ronda las 447 personas.
En Venezuela es imposible conocer la cifra exacta de contagios porque los pacientes no tienen a dónde acudir para realizarse la prueba; además evitan hacerlo para no ser aislados por el régimen de Maduro.
«En Venezuela se está judicializando la pandemia; hoy en día los venezolanos tienen miedo de decir que padecen de coronavirus porque saben que pueden llegar a sus casas organismos armados como el FAES o el Sebin para llevarte a un refugio por 15 o 20 días», agregó.
Todo esto configura la razón de por qué en Venezuela el número no es real y demuestra que Maduro miente. Pero a todo esto también se le debe agregar que debido a la falta de pruebas, los hospitales del país no admiten a personas con síntomas de coronavirus. Los pacientes mueren sin saber si contrajeron el virus.
«Mi hermana está en casa tomando el tratamiento para el coronavirus porque tiene todos los síntomas, pero su caso no ha sido registrado de manera oficial; en cambio, mi papá que si está hospitalizado en UCI de una clínica privada sí dio positivo y su caso fue registrado», dijo Alejandra Gutiérrez al PanAm Post.
«Yo no tengo síntomas, seguramente soy de esos pacientes asintomáticos, si tuviera síntomas leves haría lo mismo que mi hermana. Aquí no hay dónde hacerse la prueba confiable, así que preferiría pasar desapercibida», señaló.
El caso de Alejandra no es el único, en el país suramericano los venezolanos prefieren quedarse en casa que acudir a los centros de salud públicos. Si tienen el coronavirus no hay manera de que alguien se entere.
Mientras tanto el registro oficial no ofrece, según los expertos, una fotografía aproximada del avance del virus en Venezuela. El régimen de Maduro se niega a autorizar a laboratorios privados y a instituciones académicas para que realicen pruebas.