El usurpador Nicolás Maduro decretó “emergencia petrolera” en Venezuela y asignó a Tareck El Aissami la “defensa y reestructuración” de la estatal Pdvsa, a quien le otorgó aún más poder para controlar la economía del país.
Desde 2018 El Aissami es vicepresidente del área económica y usurpador Ministro de Industrias y Producción del régimen. Esto pese a ser prófugo de la justicia estadounidense, por su vinculación al narcotráfico y al terrorismo internacional.
El Aissami ya es director externo de Pdvsa y se unirá al exministro de Energía Asdrubal Chávez como vicepresidente de la comisión, al ministro de Defensa Vladimir Padrino, al comandante de operaciones estratégicas de las fuerzas armadas Remigio Ceballos, estos también sancionados por Estados Unido, entre otros.
#EnVideo?| Pdte. @NicolasMaduro: La verdadera Pdvsa Roja Rojita, fue la de Alí Rodríguez Araque, lo demás que vino después, fue corrupción, pudrición, descomposición
Algún día le pondremos los ganchos, algún día los traeremos a las cárceles de Venezuela#SoberaníaEnergética pic.twitter.com/gHfws11uzP— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) February 19, 2020
Con dicha decisión Maduro demuestra una vez más que no está dispuesto a abandonar el poder de manera pacífica y reta nuevamente al Gobierno de Donald Trump. El usurpador aseguró que la medida busca contrarrestar las sanciones impuestas por Estados Unidos contra una filial de la petrolera estatal rusa Rosneft, como consecuencia de sus operaciones comerciales con la tiranía; esto debido a que Rusia ayuda al régimen a comercializar oro y petróleo.
“Declaro la emergencia energética de la industria de hidrocarburos a los fines de adoptar las medidas urgentes y necesarias para garantizar la seguridad energética nacional y proteger a la industria de la agresión imperialista”, dijo Maduro horas después de que el Gobierno estadounidense sancionara a Rosneft. “O producimos o producimos. Venezuela tiene que ser una potencia petrolera”, agregó.
Según el usurpador, las sanciones buscan “quebrar” a Pdvsa y fueron impuestas por pedido del presidente encargado, Juan Guaidó, a quien llamó “rata de cañería y vende patria”. Sin embargo, fue el mismo régimen chavista el responsable de la destrucción de la estatal petrolera, y de haberla llevado a sus mínimos históricos.
Recientemente, Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, cerró las únicas dos refinerías que se mantenían operativas, una situación que pone en “jaque mate” a la industria de crudo en el país suramericano, en medio de ilícitas negociaciones del chavismo para intentar privatizar la empresa.
El economista José Toro Hardy, quien hasta 1999 fue miembro del directorio de Pdvsa y junto a un equipo de especialistas logró posicionar a la empresa como la segunda mejor del mundo, denunció que la estatal petrolera “se hunde” entre las deudas sin pagar a los tenedores de bonos, contratistas y suplidores. Agregó que todo esto sucede mientras el default crece y las refinerías se detienen.
“Pdvsa la han destruido, de producir tres millones y medio de barriles en 1998, hoy está en el orden de seiscientos cuarenta mil barriles diarios, la producción va en caída libre”, señaló para PanAm Post.