Mientras en Estados Unidos avanzan leyes y normativas para presionar la caída de la dictadura en Venezuela, el resto de los parlamentos del mundo se mantienen silentes ante posibles medidas que afecten al régimen de Nicolás Maduro.
Este miércoles el Senado estadounidense dio el primer visto bueno a la “Ley verdad”, un proyecto considerado como el más amplio y severo para enfrentar la crisis en Venezuela y presionar aún más al régimen de Maduro. Entre tanto, en los países del mundo no existen legislaturas que ayuden a sancionar a la dictadura.
El Comite de Relaciones Exteriores del Senado ha enviado un fuerte mensaje de apoyo al pueblo de #Venezuela aprobando la ley VERDAD introducida por el @SenatorMenendez y yo.
EE. UU. está comprometido con la restauración de una Venezuela post-Maduro->https://t.co/hRI7jP8ut0
— Senator Rubio Press (@SenRubioPress) May 22, 2019
Aunque diferentes Congresos en América Latina se han manifestado a favor de la democracia en Venezuela, condenan la violación a derechos humanos y resaltan la labor de la Asamblea Nacional de ese país, no emiten normativas como sanciones que presionen a Maduro y a su círculo.
Pareciera que el Senado de Estados Unidos trabaja “solo y contra el mundo” para ayudar a restablecer la democracia en el país suramericano.
Diego Arria, expresidente del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas y diplomático venezolano le dijo al PanAm Post que “este es el momento para que los Congresos de los países democráticos se hagan sentir”.
“La reciente acción del Senado de Estados Unidos contrasta de manera significativa con las declaraciones tanto de los países de la región como de Europa, que solo se han limitado al aspecto retórico y declarativo y no involucran acciones como las asumidas por la administración norteamericana”, expresó.
Arria criticó que países del Grupo de Lima no tomen posición en relación con Cuba, Rusia, China o Turquía, que son los países que sostienen a Maduro en el poder: “Las declaraciones ya no son suficientes. Es indispensable entrar a acciones mucho más contundentes”, sentenció.
Para el diplomático venezolano existe una especie de complejo en los Congresos de Latinoamérica de “no copiarse” de los Estados Unidos, pero resaltó que hasta ahora ningún parlamento tiene mejores propuestas que el del país norteamericano.
“No se trata de apoyar a Estados Unidos sino de solidarizarse con la causa venezolana que afecta a la región. La causa es el rescate de la libertad en Venezuela”, resaltó.
Por su parte, el consultor político Pedro Pedrosa le dijo al PanAm Post que los Congresos de la región “podían hacer muchísimo más por impulsar la transformación y el cambio en Venezuela”.
“Los Congresos de la región no toman acciones contundentes ni legislaciones contra la tiranía de Venezuela por dos razones. La primera es porque existe una vinculación en distintos niveles entre algunos congresistas con la administración de Hugo Chávez y su chequera; y, la segunda, es porque existe una especie de odio intrínseco desde Latinoamérica con Estados Unidos”, señaló.
Y es que mientras EE. UU. aprueba normativas que presionen la salida de la dictadura de Maduro, los gobiernos del Grupo de Lima y Europa han “bajado la guardia” y se han limitado a emitir comunicados y pocas sanciones contra los culpables de lo que sucede en el país suramericano.
Fue a principios en enero que países como Panamá, Colombia y Perú pusieron algunas sanciones limitando el ingreso de personajes ligados al régimen de Maduro. Sin embargo, después de allí se han mantenido silentes y solo han emitido comunicados.
Kenneth Ramírez, presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (COVRI), y profesor de la Universidad Central de Venezuela, explicó al PanAm Post que es importante tomar iniciativas legislativas para ayudar a la lucha por la democracia del país suramericano; criticó que mientras Estados Unidos lleva más de 100 ciudadanos sancionados, Europa no pasa de 20.
“Hay más por hacer como aumentar las sanciones y articularlas para que sea una presión combinada de todas las democracias. Tratar de que se coordine para que la presión sea conjunta. Los países deben articularse más con Estados Unidos, y Europa debería reconocer a los diplomáticos de Juan Guaidó y permitir que se tomen los activos controlados por el régimen”, sentenció.
¿Qué es la Ley verdad?
La iniciativa liderada por el senador demócrata Bob Menéndez y el republicano Marco Rubio busca presionar a la comunidad internacional para que actúe contra la dictadura en Venezuela.
Se trata de la Ley de Ayuda de Emergencia, Asistencia para la Democracia y Desarrollo de Venezuela (VERDAD), una normativa que incluye desde 400 millones de dólares en ayuda humanitaria, revocar visas de los familiares de funcionarios sancionados del régimen chavista, sancionar el endeudamiento indebido del régimen de Maduro y el comercio del oro, y coordinar sanciones internacionales, en especial con gobiernos de países latinoamericanos y europeos.
Además, también amplía las herramientas actuales para abordar la cleptocracia, reconoce y apoya formalmente los esfuerzos del presidente interino Juan Guaidó para restaurar la democracia y acelera la planificación con instituciones financieras internacionales para avanzar en la reconstrucción de Venezuela una vez caiga la dictadura de Maduro.
En la legislación también se retiran las sanciones a las personas que no hayan cometido violación a derechos humanos y que decidan reconocer a Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Del mismo modo, exige a las autoridades estadounidenses invertir todos los esfuerzos en congelar los bienes corruptos del chavismo, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, liderando “esfuerzos internacionales”.