El Gobierno de República Dominicana propinó un duro golpe al régimen de Nicolás Maduro en la Organización de Estados Americanos (OEA) al poner fin a su apoyo a Venezuela; esto, tras más de seis años de respaldo incondicional al chavismo.
Durante la votación que se dio este martes 5 de junio en la Asamblea General de la OEA, Dominicana decidió deslindarse de la dictadura venezolana y por primera vez votó a favor de la resolución propuesta por Estados Unidos.
Jorge Arreaza, canciller venezolano, no esperaba que Dominicana cambiara por completo su posición; de hecho, durante sus alocuciones en la plenaria, el funcionario llegó a decir, palabras más, palabras menos: “Pregúntenle a Dominicana, que está aquí, que el presidente Maduro hizo grandes esfuerzos de diálogo”.
En ese momento, el representante de Dominicana decidió callar, pero su posición se hizo sentir cuando dejó a un lado la indiferencia y decidió ponerse del lado de las naciones democraticas.
Hay que recordar que el Gobierno de Danilo Medina fue garante y mediador en el infructuoso diálogo entre el chavismo y la oposición. Hasta hace meses ese país consideraba que la salida en Venezuela era electoral.
Mariano De Alba, especialista en derecho internacional e internacionalista, señaló a PanAm Post que el cambio de posición de Dominicana sugiere que después del diálogo Danilo Medina fue testigo de que “el Gobierno de Maduro no tiene ninguna voluntad real de buscar soluciones a la crisis y lo que hizo fue hacerles perder el tiempo”.
“Dominicana, gracias a la presión de EE. UU. decidió apoyar la resolución que es bastante crítica y fuerte. Adopta una posición de que en Venezuela hay una alteración grave del orden constitucional”, señaló el especialista.
Sobre la importancia de la resolución aprobada, De Alba señaló que es importante porque fundamentalmente hace un lamado a los países a tomar medidas para intentar que regrese la democracia en Venezuela.
“Eso debe ser entendido como que se está abriendo la puerta para que países de América Latina, como Chile y Argentina, adopten sanciones para aumentar la presión. La práctica en América Latina siempre había sido que esos países no adoptaban sanciones sin una decisión de un organismo multilateral, y esa decisión pues se concretó ayer con esa resolución de la OEA”, agregó.
Dijo, además, que la resolución demuestra la atención y preocupación que hay sobre Venezuela y la voluntad de la comunidad internacional a buscar soluciones concretas a la crisis.
La resolución aprobada fue impulsada por Estados Unidos y los 14 países del Grupo de Lima, un bloque que suma más del 90 % de la población americana: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guyana, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
Resolución Venezuela 48 AG @OEA_oficial | Maduro estaría mucho mejor solo que con solo 3 aliados: Bolivia, Dominica, y S. Vicente y las Granadinas. Chavismo arruinó a Vzla mientras regalaba nuestros $$ para comprar voluntades y votos. Hoy, solo estos 3 votaron NO. Huele a fin! pic.twitter.com/m6oUhWHZ2s
— Pedro Mario Burelli (@pburelli) June 6, 2018
A este grupo se sumó República Dominicana (aliado tradicional de Venezuela), así como Bahamas, Jamaica y Barbados, tres países caribeños que ya habían votado a favor de pronunciamientos contra el régimen de Venezuela en la OEA.
Mientras tanto, se abstuvieron otros once países: Surinam, San Cristóbal y Nieves, Trinidad y Tobago, Belice, Uruguay, Antigua y Barbuda, Ecuador, El Salvador, Granada, Haití y Nicaragua.
De este último grupo destacan Haití, Ecuador y Nicaragua que han mantenido una estrecha relación con el régimen de Nicolás Maduro, pero que desde febrero han decidido no respaldar más a Venezuela y han optado por abstenerse.
La postura particular de Ecuador es llamativa, ya que antes de iniciar la Asamblea General se conoció que el Gobierno de Estados Unidos había hablado con Lenín Moreno para lograr que ese país desconociera el fraude electoral en Venezuela y a Maduro como mandatario de Venezuela.
Lo mismo sucede con Nicaragua, que tras haber apoyado a Chávez y Maduro durante años, a tal punto de “compartir” métodos de fraude electoral, el Gobierno de Daniel Ortega decidió apartarse y abstenerse.
Venezuela ya ha dicho que se va de la OEA y el año pasado anunció que comenzaría el proceso de retirada. Pero según el estatuto de la OEA, una nación tarda dos años en abandonar la organización y los funcionarios podrían cambiar de opinión.
Maduro está solo
Ante la votación en la OEA, solo cuatro países mostraron su rechazo: San Vicente y las Granadinas, así como Venezuela, Bolivia y Dominica.
Todo indica que con el paso del tiempo y a medida que aumenta la presión internacional, los gobiernos se van deslindando de la dictadura venezolana. Hasta ahora son solo tres naciones de la región las que buscan legitimar a Maduro.
De Alba señaló que la votación “efectivamente fue interesante”, porque muchos países que apoyaban anteriormente a Maduro o se abstuvieron o votaron a favor, como Dominicana.
“Que Maduro se esté quedando solo ratifica que la capacidad del Gobierno para solucionar los problemas de la gente es prácticamente nula, y además está muy aislado de los socios comerciales. Si no busca una solución, el escenario es de mayor deterioro a la situación económica y mayor destrucción. Gracias a este aislamiento, Maduro no tiene herramientas para afrontar la grave situación que vive el país”, concluyó.
Estados Unidos fue “la clave”
Los esfuerzos diplomáticos y políticos de Estados Unidos por presionar a la dictadura de Maduro han dejado grandes frutos, y así se demostró en la Asamblea General de la OEA.
El Gobierno de Donald Trump ha sido enfático en señalar la importancia de que una dictadura como la de Maduro no siga formando parte de dicho organismo, a pesar de que Venezuela está cumpliendo el procedimiento para retirarse por voluntad propia.
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, dio un fuerte mensaje contra la dictadura y además tomó nota de los países que no se unieron a Estados Unidos en la votación.
Tal fue la influencia de la diplomacia estadounidense que con una llamada Estados Unidos logró que el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, decidió no respaldar a la dictadura en Venezuela.
No solo eso, sino que Pence logró que Haití también decidiera abstenerse y no se manifestara a favor de Maduro, pues un día antes de la votación el país caribeño fue excluido de una cena en la Casa Blanca, tras su constante respaldo a la dictadura venezolana.
“Te haré una promesa”, dijo Pence. “Párate con nosotros y sé que nos mantendremos contigo. Trabaja con nosotros y trabajaremos contigo”, fue la advertencia que Estados Unidos dio horas antes de que se llevara a cabo la votación.
Trump deja en evidencia que si su prioridad es ayudar a solventar la crisis en Venezuela, lo más probable es que haga hasta lo imposible por lograr la caída de Maduro, sobre todo porque gran parte de su cúpula política y militar está “hasta el cuello” involucrada con el narcotráfico y el terrorismo.
Hay que reconocer que el primer país en asumir sanciones contra la dictadura en Venezuela fue Estados Unidos. Empezó castigando a funcionarios del chavismo corruptos y violadores de derechos humanos, y ahora continúa con acciones económicas que achican el panorama político y económico del régimen.
Con la llegada a la Casa Blanca, Trump ha intensificado la presión al Gobierno venezolano con continuas rondas de sanciones económicas individuales y también financieras.
Queda esperar qué nuevas acciones tomará el Gobierno de Estados Unidos sobre Venezuela. Por lo pronto, lo que se conoce es que Trump ha dejado claro que su meta es que Maduro abandone la Presidencia.