Con la creación del Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria (Cesppa), el Gobierno de Nicolás Maduro espía a venezolanos desde oficinas clandestinas ubicadas principalmente en Caracas; así lo afirma el editor en jefe del Vértice News, Casto Ocando.
Un reportaje titulado Una invasión a la privacidad sin precedentes explica con detalles de qué manera el Ejecutivo venezolano interviene conversaciones telefónicas para espiar a los líderes opositores de ese país; pero también a altos funcionarios de su propio Gobierno.
El gobernador del estado Miranda y excandidato presidencial, Henrique Capriles Radonski es una de las víctimas de dicha violación a la privacidad; a él le siguen los opositores Henry Ramos Allup, María Corina Machado y Julio Borges.
Ocando también menciona que periodistas y defensores de derechos humanos en ese país también tienen sus conversaciones intervenidas por parte del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
De acuerdo con la publicación, el espionaje está en manos de hackers militares y civiles que siguen órdenes directas del presidente, los cuales tienen dos tareas fundamentales: “monitoreo masivo de las redes sociales e intercepción de correos electrónicos y conversaciones de opositores al régimen de Maduro”.
Las intercepciones se realizan usando una combinación de avanzados equipos electrónicos de escucha y virus diseñados por especialistas rusos y chinos. La enorme cantidad de data que estos operadores amasan, se analiza posteriormente a través de un sofisticado sistema de inteligencia artificial creado por la transnacional norteamericana IBM. Todo el proceso es controlado por un organismo creado por Maduro en 2013: el Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria (Cesppa).
Según Ocando, el Gobierno graba “miles de conversaciones” y presuntamente utiliza el sistema “Watson” creado por IBM para establecer un complejo mapa de acciones que permitan al Estado mantenerse informado de todas las actividades que emprenden las personas espiadas.
El periodista asegura que los encargados de dicha labor de inteligencia deben entregar al despacho de la Presidencia y a líderes del chavismo, como Diosdado Cabello, informes diarios con conversaciones íntimas y discusiones.
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La investigación de Vértice asegura que oficiales del Ejército, la Armada, Aviación, la Guardia Nacional y la Guardia Marina recibieron un entrenamiento especial en inteligencia tecnológica y contrainteligencia con la ayuda de asesores rusos, chinos y cubanos; y afirma que quien lleva el mando es el actual ministro del Interior y Justicia, Gustavo González López.
La investigación hace mención a la intercepción de un texto “altamente sospechoso” entre el diputado Julio Borges y Miguel Pizarro, el cual estaba presuntamente escrito con caracteres en “chino tradicional” con estas palabras clavez: soldados, golpe, lago, agua, Tazón y la frase: empujando hacia arriba’”
El reporte se refería a la intercepción de un texto considerado altamente sospechoso en la línea celular de la firma española Movistar, de Borges. Vértice le pidió un comentario a Borges, pero el asambleísta opositor declinó comentar. Vértice realizó varias llamadas al celular de Pizarro, pero las mismas no fueron respondidas.
Además de organizar y almacenar la data obtenida en llamadas telefónicas, chats de Blackberry, correos electrónicos, conversaciones grabadas mediante el tradicional uso de micrófonos y la información suministrada por miles de “patriotas cooperantes” o espías civiles que operan dentro y fuera del país, los expertos del Cesppa rastrean y analizan constantemente miles de portales de internet y de redes sociales como Twitter y Facebook, para detectar posibles patrones de comportamiento de la oposición, e identificar enemigos con nombre y apellido.
Control de las redes sociales
No es la primera vez que en Venezuela se afirma que el Ejecutivo controla y manipula las comunicaciones privadas de miles de venezolanos; también se denuncia el presunto bloqueo de redes sociales para utilizarlo a su favor.
En 2015, la editora de PanAm Post, Thábata Molina, también advirtió sobre el bloqueo de Twitter en el interior del país suramericano para evitar la difusión de información independiente; aseguró que la restricción del uso de dicha red social también se realiza desde la base militar de la isla La Orchila.
La idea, sería evitar que en los estados Falcón, Barinas, Apure, Portuguesa, y Monagas (donde habita una población aproximada de cuatro millones de persona) los ciudadanos se enteren de lo que está sucediendo en otras regiones del país, pues en esas zonas el Estado tiene el control absoluto de los medios de comunicación y el Twitter es la única herramienta de los habitantes para manifestar su desacuerdo, a pesar de no ser los estados que tienen la mayor cantidad de usuarios de la red social.