EnglishEl periodista ecuatoriano Martín Pallares fue despedido de su trabajo en el diario quiteño El Comercio, el pasado 17 de agosto por no haberse ajustado “al manual de las buenas prácticas en redes sociales” para los periodistas que laboran en ese rotativo.
De acuerdo con la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), Pallares fue despedido debido a que “no atendió supuestos pedidos cordiales” por parte de la directiva del diario para el que trabajaba, luego de que algunos comentarios críticos al Gobierno ecuatoriano en su cuenta personal de Twitter, y por esa razón decidieron prescindir de sus servicios.
En una nota de prensa, Fundamedios explica que los directivos del periódico le comunicaron al periodista que ya no trabajaría para El Comercio “por haber preferido seguir expresándose en la red social a conservar su empleo”.
La decisión fue tomada, a pesar de que en la descripción de su cuenta en Twitter, Pallares aclara: “Lo que diga aquí es de mi responsabilidad y no tiene ninguna relación con mi empleador”.
Pero el procurador judicial de Grupo El Comercio envió una carta a Fundamedios, explicando que Pallares debió cumplir con un Manual de Buenas Prácticas en Redes Sociales, vigente desde mayo de 2012, el cual señala la necesidad de tener clara conciencia de que todo lo que se escribe en Twitter “compromete no solo al dueño de la cuenta, sino también a la imagen institucional de la empresa” y que “opiniones descalificatorias pueden provocar la pérdida de la credibilidad para el autor y para el medio, además de acciones legales contra ambos”.
Aunque el periodista admitió que pudo “haber sido un poco liberal en el seguimiento de esas recomendaciones” planteadas por la empresa, sostuvo que el ejercicio de la libertad de expresión en las redes sociales no puede ser condicionado de ninguna forma, puesto que es un derecho humano fundamental.
Haberle quitado al @IGecuador la capacidad de informar sobre el estado del volcán es un error que puede ser demasiado costoso.
— Martin Pallares (@Martinminguchi) August 16, 2015
Pallares tiene 16.200 seguidores en Twitter, es conocido por sus columnas semanales que se publicaban en diario El Comercio, así como su blog “Desde la Tranquera” medios en el que ha expresado sus fuertes críticas en contra de las políticas de Rafael Correa.
Comunicadores son víctimas de la política
Martín Pallares no es el primer periodista ecuatoriano víctima de la censura por razones políticas, el pasado 3 de agosto la articulista Mónica Mancero denunció censura por parte del diario estatal El Telégrafo.
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Mancero denunció que El Telégrafo dejó de publicar su columna que habitualmente se divulgaba cada lunes desde hace más de dos años. En esta ocasión, el artículo censurado se titulaba “Yachay, la punta del iceberg” y según su autora, se trataba de un análisis crítico sobre las causas de los problemas académicos, más allá del escándalo ocurrido en esa universidad pública tras la salida de su rector, quien denunció ciertas irregularidades en el manejo de los fondos de la entidad educativa.
Mancero ya había expresado su malestar, tras sufrir algunos recortes en sus artículos que a criterio de la editorialista, eran críticos con el Gobierno.
Otro reconocido caso es el del caricaturista Xavier Bonilla (Bonil), quien fue amonestado por la estatal Superintendencia de Información y Comunicación (Supercom) por incurrir en una supùesta “discriminación socioeconómica”.
En mayo por ejemplo, el diario ecuatoriano La Hora se rebeló ante el control del Gobierno, el medio se negó a pagar una multa de US$ 3.500 por no darle cobertura a un acto de un alcalde; días más tarde un juez ecuatoriano sentenció que la sanción se mantiene.